El cuidado del bienestar, tanto físico como mental, es cada vez más una prioridad para los españoles y, a la hora de elegir un destino de vacaciones, el turismo termal se ha convertido en una opción muy apetecible. España es uno de los países que cuenta con una mayor cantidad de balnearios, más de 100, repartidos entre diferentes villas termales que ofrecen una experiencia indescriptible para revitalizar el cuerpo y la mente y desconectar de la ajetreada vida diaria en la ciudad.

Los balnearios están abiertos durante todo el año y disfrutar del oasis de serenidad que ofrecen es posible en cualquier momento aunque en verano, con la llegada de las vacaciones para la mayoría de los trabajadores, la posibilidad de disfrutar de largas estancias sin prisas es aún mayor.

Además, existen opciones tanto en zonas costeras, como montañosas, repartidas por toda la Península, pero en el interior peninsular, y en concreto en Castilla y León, existe una rica tradición de balnearios. Algunos de ellos se encuentran situados en espectaculares edificios históricos que hacen de la estancia una experiencia única para el cliente y le permiten, además de desconectar y revitalizarse, realizar un auténtico viaje en el tiempo. Es el caso del spa que se ubica en el hotel Castilla Termal Burgo de Osma, en la provincia de Soria.

El edificio del Hotel Castilla Termal en El Burgo de Osma Castilla Termal El Burgo de Osma

Una antigua universidad del siglo XVI convertida en hotel termal

Este hotel de cuatro estrellas ubicado en plena Ribera del Duero abrió sus puertas en el año 2010 en un histórico edificio del siglo XVI: la antigua Universidad de Santa Catalina de la localidad. La Universidad fue promovida por el obispo de Osma Pedro Álvarez de Acosta, con facultades de Artes, Cánones, Medicina y Teología, y fue autorizada el 5 de agosto de 1550 por bula canónica del papa Julio III, y dedicada a Santa Catalina de Alejandría.

El rey Felipe II, mediante Real Cédula del 31 de enero de 1562, la tomó bajo su protección y amparo y, de este modo, adquirió la doble condición de Pontificia y Real Universidad. Después de 200 años siendo un auténtico referente en la enseñanza superior en España, entró en decadencia en la segunda mitad del siglo XVIII debido a los cambios políticos y pedagógicos y a la falta de recursos económicos. A finales del año 1778 los estudios en el centro quedaron suprimidos y, aunque se reanudaron poco después, fueron clausurados de nuevo en agosto de 1807, en plena Guerra de la Independencia.

El centro reabrió en octubre de 1814, tras finalizar la contienda, pero en 1839 cerraría de nuevo, ya que se consideraba la Universidad de Santa Catalina como un lugar de agitación política. Después, la universidad se trasladó a Soria hasta su cierre definitivo en el curso 1841-1842. El edificio que albergó la Universidad en El Burgo de Osma fue, posteriormente, instituto de segunda enseñanza, cuartel, instituto laboral y sede de cursos universitarios de verano, hasta que en el año 2010 la Red de Hosterías Reales de Castilla y León, Castilla Termal y el Grupo Olmedo Hoteles transformó el edificio en un establecimiento hotelero que incluye una zona termal de 1.500 metros cuadrados en dos plantas sótano y 62 habitaciones.

Espacio de la 'Experiencia San Baudelio' en el Hotel Castilla Termal de El Burgo de Osma

Un manantial de bienestar

La parte más destacada de este hotel es su zona termal de 1.500 metros cuadrados, que se encuentran distribuidos en dos plantas sótano. El balneario bebe del Manantial de Santa Catalina, cuyas aguas se encuentran caracterizadas por sus propiedades mineromedicinales, ya que son ricas en minerales y en oligoelementos, lo que reporta una gran cantidad de beneficios para la salud y para el organismo.

El hotel ofrece la 'Experiencia San Baudelio' −desarrollada en un místico espacio que reproduce la ermita mozárabe de San Baudelio de Berlanga, del siglo XI− que se basa en un recorrido guiado en grupos de dos a seis personas en los que se alternan los espacios húmedos y secos y el frío y el calor. En las paredes de este especial espacio lucen algunos de los frescos románicos más antiguos del país, mientras que de su gran columna arrancan ocho arcos de herradura bajo los que cobijarse. El objetivo de esta área es eliminar toxinas, descongestionar las vías respiratorias y estimular la sangre.

El hotel, que cuenta con 62 habitaciones, conserva la fachada del edificio histórico y su patio renacentista, cerrado por una gran cúpula acristalada que se convierte en el centro neurálgico del edificio. De hecho, la zona termal está situada bajo el patio y su gran cúpula acristalada acoge la piscina termal, el circuito de contrastes y zona de tratamientos termales.

Una de las habitaciones del Hotel Castilla Termal de El Burgo de Osma Castilla Termal El Burgo de Osma

Tratamientos exclusivos y reparadores

El Área Wellness del Hotel Castilla Termal Burgo de Osma dispone, además, de tratamientos exclusivos y reparadores que pueden disfrutarse de forma individual o en packs. De este modo, el cliente puede pasar entre una y tres horas de relax o de cuidados de belleza. El hotel tiene también una piscina exterior, que es perfecta para estos meses de verano verano.

En cuanto a su oferta gastronómica, el cliente podrá disfrutar de la cocina tradicional soriana elaborada con los productos de la tierra, además de un gastrobar.

Una auténtica villa medieval

Los afortunados de alojarse en este hotel termal podrán, además, disfrutar de una escapada en una auténtica villa medieval en plena Ribera del Duero soriana. La localidad de El Burgo de Osma ha sido declarada Bien de Interés Cultural por su conjunto histórico artístico y entre sus principales atractivos arquitectónicos se encuentran la Catedral de Santa María de la Asunción, sede de la Diócesis de Osma-Soria construida en el siglo XIII, el antiguo Hospital de San Agustín, del siglo XVII, el Palacio Episcopal o la Plaza Mayor.

Piscina termal del Hotel Castilla Termal Burgo de Osma. Hotel Castilla Termal Burgo de Osma

A un kilómetro del municipio se encuentra, además, el Castillo de Osma, construido entre los siglos X y XI. Este palacio se asienta sobre un cerro entre los ríos Ucero y Abión, en las cercanías de la antigua ciudad romana de Uxama Argaela. Fue restaurado hace cuatro años es gratuito visitarlo. Además, El Burgo de Osma cuenta con una completa oferta gastronómica, destacando los famosos torreznos, y es de especial interés la Fiesta de la Matanza, que llena el pueblo de visitantes entre los meses de febrero y abril. Una experiencia de bienestar única en un edificio histórico en el marco de una villa medieval incomparable en plena Ribera del Duero.