henry moore la caixa esculturas valladolid 11

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Valladolid

Los seis bronces de Henry Moore expuestos en Valladolid

5 febrero, 2017 18:22

La Obra Social La Caixa muestra seis esculturas del artista británico en el entorno del Museo Nacional de Escultura de Valladolid que se podrán contemplar hasta el próximo 2 de abril. Esta es la descripción de las seis obras que se pueden disfrutar:

Figura reclinada en dos piezas núm. 2, 1960 (Edición en bronce de 7 + 1)

Realizada en dos formas separadas, esta escultura no es solo una representación de una figura reclinada, sino que se convierte en una fusión del cuerpo humano con las formas rocosas y con el paisaje. Moore se dio cuenta de la ventaja de la composición en dos piezas para explorar la relación de las figuras con el entorno: abandonando la expectativa de una representación naturalista de la forma humana, convirtió las rodillas y los pechos en montañas, creando así nuevas y sorprendentes visiones.

Gran figura de pie: filo de cuchillo, 1976 (Edición en bronce de 6 + 2)

Esta obra, que evoca la famosa Victoria alada de Samotracia, fue concebida utilizando uno de los métodos preferidos de Moore: la creación de una obra monumental partiendo de un fragmento de material natural. En este caso, se limitó a añadir una base y una cabeza de plastilina a un trozo de hueso de pájaro, y después aumentó la maqueta resultante en tres fases. Gran figura de pie: filo de cuchillo emana una sensación etérea de ingravidez y de verticalidad flotante. La perspectiva cambia a medida que el espectador se mueve a su alrededor, alternando sus bordes afilados con la solidez terrenal de las formas redondas y planas.


Pieza de bloqueo, 1963-1964 (Edición en bronce de 3 + 1)

Moore explicó así lo que le inspiró esta escultura: «Una vez, estaba jugando con un par de piedrecitas que había recogido, porque en los campos de detrás de mi casa hay una gravera con piedras de miles de formas y contornos distintos. Solo hay que ir allí para encontrar veinte nuevas ideas. En resumen, estaba jugando con dos piedrecillas que encontré y que, de un modo u otro, estaban unidas y no podía separar. Así que me pregunté cómo habían podido adoptar esa posición, como un puño fuertemente cerrado . Finalmente lo logré , y, girándolas e inclinándolas, las dos piezas se separaron. Eso me dio la idea de crear dos formas que pudieran hacer algo similar, y que después llamé así porque estaban bloqueadas juntas».

Óvalo con puntas, 1968-1970 (Edición en bronce de 6 + 1)

Pertenece a un grupo de obras cuyo tema central es la combinación de elementos antropomórficos con formas procedentes de la naturaleza en un lenguaje prácticamente abstracto. Combina formas llenas y redondeadas, y puntos afilados enfrentados entre sí pero que nunca llegan a encontrarse. La idea inicial procedía de una pequeña piedra que se encontraba en el estudio de Moore, con dos puntas en contacto en medio de una forma hundida. A partir de ahí, el escultor modeló primero una maqueta de yeso que después amplió de tamaño para crear un modelo de trabajo en bronce, hasta llegar a esta versión monumental.

Formas conectadas reclinadas, 1969 (Edición en bronce de 9 + 1)

Esta obra prosigue la exploración de uno de los temas favoritos de Moore: una forma exterior protege o encierra a otra interior. Esta idea, con sus asociaciones de protección y delimitación, también está estrechamente relacionada con obras más figurativas, como las de madre e hijo. En palabras de Moore: «La armadura es una concha exterior, como la concha de un caracol, que  está ahí para proteger las formas interiores más vulnerables, igual que en la armadura humana, que es dura y está ahí para proteger el cuerpo blando. En ocasiones, esto ha dado lugar a la idea de madre e hijo, donde la forma externa, la madre, protege la forma interna, el hijo, como una madre protege a su hijo».

Figura reclinada, 1982 (Edición en bronce de 9 + 1)

El tema de la figura reclinada fue uno de los más importantes en la obra de Moore, al que regresó una y otra vez durante toda su vida. Le proporcionó un motivo con el que podía probar múltiples ideas escultóricas. Él mismo escribió: «La figura reclinada ofrece la máxima libertad de composición y de espacio. La figura sentada tiene que tener algo donde sentarse. No puedes moverla de su pedestal. Una figura reclinada puede reclinarse sobre cualquier superficie. Es libre y estable al mismo tiempo. Además, está en reposo, se adapta a mí». Realizada cuando Moore tenía 84 años, esta escultura es más alargada y sinuosa que algunas de sus primeras exploraciones sobre el tema.