El Grupo Municipal Sí se Puede en el Ayuntamiento de Valladolid espera que la decisión de la Concejalía de Cultura de acudir al remanente de más de tres millones de euros con que cuenta la Fundación Municipal de Cultura (FMC) se tome también a la hora de afrontar la puesta en marcha de proyectos aprobados en los plenos y recogidos en los Presupuestos que están aún parados.

La Comisión de Hacienda ha dado este jueves el visto bueno al uso de 450.000 euros de ese remanente de tesorería superior a los tres millones que permanece parado en la FMC, lo que para Sí se Puede supone una oportunidad para poner en marcha proyectos comprometidos incluso en 2015 que aún no se han promovido bajo el pretexto de que no existe presupuesto.

“Sí se Puede Valladolid está de acuerdo en hacer uso de los más de 3 millones de remanente que permanecen parados en la Fundación Municipal de Cultura pero sería bueno establecer los criterios para su uso: no puede ser que haya proyectos prácticamente pendientes desde el inicio de la legislatura, a los que se han ido sumando otros aprobados en plenos y recogidos en los Presupuestos, para los que no haya dotación cuando ahora se hace uso de ese remanente para otras cosas”, critica la concejal de Sí se Puede Valladolid Gloria Reguero.

En concreto, sólo del Presupuesto para 2017 están pendientes de diseñar y poner en marcha propuestas planteadas por Sí se Puede y recogidas en el texto definitivo como el Plan Cultural Infantil (150.000 euros), ayudas a proyectos innovadores culturales y turísticos (150.000 euros) o a la creación artística (50.000 euros), entre otras y vinculadas al área de Cultura.

“Entendemos que con la decisión aprobada hoy en la Comisión de Hacienda, la concejal de Cultura no va a poder escudarse ya en el argumento de la falta de presupuesto”, incide Reguero, quien añade que esta decisión permitirá a su vez que el equipo de Gobierno, y en concreto la Concejalía de Cultura, no pueda supeditar a la existencia de presupuesto su apoyo a las propuestas que le llegan de distintos colectivos (hay que recordar que la imposición del techo de gasto asfixia a las corporaciones locales sin contemplar si su situación económica permite o no el incremento del gasto).

Dado que es la propia Concejalía la que decide el destino final de las partidas que extrae de ese remanente, sería también la que tendría que fijar los criterios para su uso: con ese punto claro, ya no podrá argumentar falta de presupuesto ni tampoco podrá condicionar la financiación de determinados proyectos a la necesidad de afrontar otros ya propuestos por Sí se Puede y aprobados en pleno o recogidos en los Presupuestos municipales.