Unas 5.000 personas visitan la exposición de fotografía ‘Efímera y fugitiva’
Cerca de 5.000 personas han visitado hasta el momento la exposición "Efímera y fugitiva. Retratos de moda. Colección Lola Garrido", que durante todo el verano puede ser visitada en la sala 2 del Museo Patio Herreriano y que fue inaugurada el pasado 10 de mayo. El acceso a la exposición, al igual que al resto del museo, es gratuito.
Grandes creadores como Cecil Beaton, William Klein, Stanley Kubrick, Philip-Lorca diCorcia, Vivian Maier, Helmut Newton, Karl Lagerfeld, Irving Penn, Man Ray, Edward Steichen,… y un largo número de autores que se dedicaron y se dedican a la fotografía, -algunos de ellos de manera exclusiva a la moda- están presentes en esta exposición, única producida por el Museo.
Como señala La coleccionista Lola Garrido, “si no existiera la fotografía, la moda no se hubiera convertido en una de las industrias más potentes y pujantes del siglo XXI. El universo de la moda es complejo, y en su entramado interactúan infinidad de expertos para poder hacer frente a la implacable inmediatez que requieren sus procesos.
Entre todos ellos están los fotógrafos, que captan imágenes (imagen, de imaginar; imagen, como representación visual), y los editores, que asumen las tendencias y las interpretan para conseguir orientar el rumbo de una publicación hacia territorios donde la emoción y la rigurosidad son factores imprescindibles a la hora de publicar esas imágenes captadas por los fotógrafos. Juntos, forman una bisagra que se abre para relatar historias fabulosas que hacen de la moda encantamiento.
La publicidad, que juega un papel fundamental en la moda, es narración. Narración y concepto. Es el medio a través del cual la moda se acerca al público, al consumidor. Por eso precisamente, porque la publicidad debe de narrar historias persuasivas para conseguir que nuestros ojos se fijen en ellas, la puesta en escena de una buena foto pasa por elaborar un trabajo pulcro y exhaustivo.
Las buenas fotografías son muy raras y escapan a cualquier definición. Sin embargo, todas tienen un punto en común: la emoción que suscitan, que va más allá de la imagen que representan y de su significado, que es siempre más rico del que parecen sugerir. Por si fuera poco, emanan una especie de armonía sutil que las convierte en algo cuasi milagroso.