Castronuño reivindica con orgullo y teatraliza su historia
Los pueblos están marcados por su historia, por las huellas del pasado conservadas en edificios, recuerdos, canciones populares o vinculadas a la identidad de sus habitantes. A veces esa historia local se pierde en el río que se lleva al bando perdedor de las guerras, a la erosión de la memoria por el paso del tiempo o por aquellos que reniegan de lo ocurrido en su tierra.
Por tercer año consecutivo, Castronuño ha vuelto a hacer un ejercicio de reivindicación de su historia, un hermanamiento entre vecinos de la localidad a lo largo de más de cinco siglos, con la recreación del sitio que sufrió el pueblo en 1476 por las tropas de los Reyes Católicos.
Pedro de Avendaño, alcaide de Castronuño, lejos de pasar de perfil por el conflicto, se posicionó junto a Juana y dio cobijo, tras la batalla de Toro, al Rey Alfonso V de Portugal. Después, vio como las tropas de los Reyes Católicos sitiaban su castillo y con ello a Castronuño durante once meses.
Con la ermita del Cristo como telón de fondo de la representación y el meandro del Duero marcando el horizonte, la recreación histórica representada en Castronuño tiene todos los elementos para consolidarse como una referencia. Un vestuario cuidado con mimo, una decoración sobresaliente y un trabajo previo que coloca en su lugar al extenso reparto.
Como bien dice su alcalde, Enrique Seoane, el sitio de Castronuño es una historia para conocer, y que mejor manera que contada y teatralizada por sus gentes.