Presupuestos participativos, una garantía de futuro
Valladolid está inmersa en un proceso sin precedentes en la ciudad, la votación de los presupuestos participativos. La culminación de este camino será la realización de las obras, el próximo año, cuatro millones de euros invertidos en la ciudad en proyectos que los ciudadanos seleccionan estos días (se puede votar hasta el día 15).
La votación es la fase más llamativa, pero es sólo una más en un proceso que pretende fomentar la implicación de los ciudadanos con las decisiones en la ciudad, aumentar el conocimiento sobre el coste que tienen las diferentes actuaciones y, especialmente, incrementar la influencia directa de la ciudadanía en las inversiones y la toma de decisión que afecta a su barrio, a su calle.
Antes de la votación estuvo abierto el plazo de presentación de propuestas y las asambleas en los barrios en las que se debatieron y filtraron estas ideas para confeccionar el listado que ahora aparece en la página web de votación. Accediendo a ella con el código de votación y el DNI, uno puede elegir uno o varios proyectos y administrar el gasto hasta un máximo de 500.000 euros.
Aspectos a mejorar habrá seguro, ideas y propuestas de cambio en un proceso que se transformará en las ediciones posteriores. Pero lo esencial es el planteamiento, el germen de un precedente que debe permanecer en el futuro, que tiene que ser una garantía para los presupuestos. Algo que ya posee la ciudadanía de Valladolid y que tendría que ser una condición inherente a una parte de las inversiones de cada anualidad.
El reparto de las zonas en la ciudad, el nombre asignado a quien ha propuesto cada proyecto, el listado final de propuestas que se puede votar, el tiempo de votación… temas a debatir y que cuestionarse de cara a la próxima edición. El Ayuntamiento, las asociaciones de vecinos, colectivos sociales… muchos han sido los organismos y personas que en estas semanas han animado a la participación en el proceso.
Seguro que ese es otro aspecto que mejora en años sucesivos, la participación irá en aumento y las propuestas previas también. Nadie como los vecinos de cada calle, de cada barrio, conoce las necesidades que se tienen, este es el camino más enriquecedor hacia esas soluciones. Como ciudad ahora tenemos en nuestra mano acompañar de manera masiva este proyecto y formar parte de él. Pero lo más importante, no debemos permitir que este canal de participación sea reversible.