El Real Valladolid ha recuperado este sábado en Zorrilla sus mejores sensaciones ofensivas y ha superado al Real Oviedo al que ha vencido por 3-1, en un partido en el que un gol en el tramo inicial del partido de Deivid permitió a los de Luis César comenzar el choque de cara.

La clave del encuentro estuvo, sin ninguna duda, en el tempranero gol de Deivid a la salida de un saque de esquina botado por Óscar Plano. El tanto hizo que los locales mostrasen un guión apenas visto esta temporada: repliegue y contragolpe. Lo cierto es que el Real Oviedo apenas creó apuros, pero el Pucela tampoco fue capaz de robar y correr para hacer daño.

No había apenas ocasiones de gol pero sí se vislumbraba con claridad que los blanquivioleta mordían por cada pelota, en cada jugada. Solidaridad y trabajo para romper una mala racha que se esfumó, como la de Jaime Mata. El pichichi aprovechó un magnífico servicio lateral de Míchel para cabecear a la red el 2-0 y volver a saborear la sensación de ver puerta.

El Oviedo adelantó líneas y se encontró con sus mejores ocasiones del partido ya en el minuto 85. Primero, un disparo al palo. Después, el gol de Linares que ponía emoción en el marcador. Afortunadamente, sin necesidad de sufrir en el descuento, Míchel puso la guinda a una bonita jugada colectiva y colocó el definitivo 3-1 en el marcador.