La asociación animalista Libera! CyL ha reclamado una nueva ordenanza de protección animal para Valladolid y ha alertado de la situación de desamparo de los habitantes de la perrera municipal y colonias felinas si no se adapta la ordenanza a su protección efectiva.

Aunque la capital vallisoletana cuenta con un servicio público de adopción y atención a los animales perdidos o abandonados, no es "óbice" para reclamar y establecer normas relativas a la "mayor consideración" de los animales por parte del servicio y de los ciudadanos, ha señalado la asociación a través de un comunicado remitido a Europa Press.

Libera! CyL ha incidido en que, el objeto del servicio público y de esta ordenanza en concreto, debe ser la protección de los animales, y no la perpetuación de inercias de actuación que datan de "hace años", por lo que han reclamado medidas "efectivas" de transparencia en su gestión.

A tal fin, los animalistas han recordado que ya hicieron propuestas relativas a creciente demanda social en materia de protección animal, tales como el establecimiento del sacrificio cero, la coordinación y colaboración mediante convenios con otros agentes sociales veterinarios y municipales para cubrir todas las necesidades de recogida salud y bienestar de los animales durante todo el día y la no autorización de circos con animales.

Si bien es cierto que la competencia de prohibir dichos espectáculos la tiene la Junta de Castilla y León, la Ley autonómica de Espectáculos Públicos otorga competencias a los ayuntamientos para no autorizar la instalación de espectáculos si se trata de actos en los que se utilizan animales y tal utilización supone "crueldad, sufrimiento o maltrato" para ellos.

En la moción aprobada en pleno de octubre de 2016, Valladolid admitió la existencia de "crueldad y sufrimiento" de los animales en circos, lo que permitiría denegar de plano la solicitud de instalación de un circo con animales en suelo municipal, argumento que avala la FEMP y la propia excepción contenida en el artículo 6 de la Ley 5/1997 de CyL, que no prohíbe dichos espectáculos, pero tampoco obliga a que se autoricen.

A este respecto, los animalistas aplauden la "tímida" puesta en marcha del protocolo CES en Valladolid, que debe dejar de ser un proyecto piloto, para ser una realidad protegida y controlada a través de la ordenanza, han reivindicado.

La prohibición de animales en los escaparates, la no devolución de un animal abandonado o maltratado a su poseedor y su inmediata puesta en adopción, la no autorización del establecimiento de ningún zoológico o instalación cuya finalidad sea la exhibición de animales de cualquier especie en cautividad, y la denuncia de oficio de los delitos de maltrato animal o abandono son, entre otros, presupuestos ineludibles para adaptar la Ordenanza a la efectiva protección animal.

Libera! ha apuntado que la "necesidad" de permanentes campañas de concienciación y educación en empatía, la prohibición del uso de animales para realizar el control poblacional de otras especies, y el control ético de especies de hábitat urbano, han de tener cabida en la nueva normativa y tampoco se puede olvidar en los presupuestos del Ayuntamiento para el 2018 la dotación financiera necesaria para que la nueva ordenanza no quede en "papel mojado", han concluido.