Condenados por vender dos coches que no habían pagado
La Audiencia de Valladolid ha condenado a seis meses de prisión por delito de estafa a los que fueran cocinero y camarera del bar '12+1' de Valladolid, Laureano de la R.S. y Matilde B.H, respectivamente, por adquirir en 2014 dos turismos Mercedes, dejar de pagar las cuotas a la financiera y revenderlos a un tercero para obtener fondos con los que reflotar el negocio de hostelería.
El fallo, según informaron a Europa Press fuentes jurídicas, no recoge indemnización alguna de los dos condenados en favor de la entidad financiera damnificada, Santander Consumer Finance, que ha sufrido un perjuicio económico global de más de 50.000 euros, ya que Laureano de la R.S. se encuentra inmerso en un procedimiento de responsabilidad civil por esta causa y en el caso de la cocinera se está a la espera de comprobar si también contra la condenada se ha abierto otra reclamación en esta misma vía.
El tribunal considera probado que ambos eran plenamente conocedores de que cuando suscribieron los contratos de adquisición de los vehículos dejarían de atender los pagos de las letras y luego venderían los mismos con el fin de obtener fondos con los que refinanciar el establecimiento hostelero, al encontrarse éste con problemas económicos.
Se da la circunstancia de que los dos ahora condenados son los únicos que compartieron banquillo en la Audiencia de Valladolid, ya que el titular del bar, Pedro S.C, de quien los dos primeros se declararon vítimas, se encuentra en paradero desconocido y contra el mismo el Juzgado de Instrucción número 5 ha dictado auto decretando su busca y captura, con lo que en el supuesto de que sea finalmente detenido será juzgado en solitario por los mismos hechos y podría ser condenado a cinco años de cárcel.
Durante el juicio, los condenados, que se exponían a penas de un año de cárcel, coincidieron al apuntar al hostelero como el 'cerebro' de las dos adquisiciones de los turismos Mercedes en las que ambos se prestaron a figurar como adquirientes confiados en que los importes, de unos 30.000 euros por vehículo, iban a ser afrontados.
En su alegado exculpatorio, tanto el cocinero como la camarera explicaron que Pedro S.C. les pidió que firmaran los contratos de adquisición de los vehículos con Santander Consumer Finance con la idea de revenderlos luego y así poder afrontar el pago del traspaso del '12+1'.
"Confiamos en él porque también nos dijo que se encargaría de pagar las cuotas a posteriori ya que estaba pendiente de percibir de Heineken unos 35.000 euros por instalar un grifo de cerveza en el local", apuntó el cocinero, quien, al igual que la camarera, mantuvo que no había sacado un euro de beneficio y que se limitó únicamente a firmar el contrato, sin que se subiera al Mercedes más que para sacarlo del concesionario.
Los coches están en Francia
Los dos condenados reconocen que tan sólo se afrontaron las primeras cuotas del contrato de financiación de los dos coches, sufragadas por el procesado ausente, y negaron conocer el posterior destino de los Mercedes, cuya última pista se perdió en Francia una vez revendidos, venta en la que, según refieren, no participaron porque "todo lo llevaba Pedro". También aseguran desconocer la ilicitud de vender los coches porque sobre los mismos pesaba una reserva de dominio en favor de la financiera.
Tanto el cocinero como la camarera, que incluso carece de carné de conducir, también reconocieron que para aparentar capacidad económica de los adquirientes se facilitaron nóminas convenientemente "engordadas", aunque alegaron que no se enteraron de ello hasta que fueron llamados a declarar por la Guardia Civil.
"Era consciente de que asumía el pago de las letras y no iba a poder afrontarlas, pero confiaba en Pedro y en la promesa de éste de que no iba a haber problemas puesto que él se encargaría de pagarlas", reiteró el encargado de la cocina del bar.