El Atlético Valladolid pierde su solidez en Huerta del Rey
El Recoletas Atlético Valladolid volvió a caer en su feudo, en Huerta del Rey, esta vez ante el Liberbank Ciudad Encantada (26-27) en otro partido muy equilibrado, tenso y con un final igualado. Los gladiadores azules suman así una nueva derrota en su casa, la tercera en 2018, donde aún no sabe lo que es ganar en esta segunda vuelta de Liga Asobal.
Los vallisoletanos se vieron arrastrados por el ritmo cansino y lento de su rival, que llevó el partido donde le convenía. Además, el Recoletas no defendió igual que otros días y sufrió lo indecible para anotar ante una organizada defensa del Ciudad Encantada. No hubo continuidad ni fluidez en las filas de David Pisonero y eso le dio alas a un Ciudad Encantada que se sustentó con los goles del brasileño Leo Dutra (7 goles) y de su pivote, Martín Doldan (5), verdaderas pesadillas junto al portero Leo Maciel (14 paradas).
En el Atlético Valladolid anotaron hasta 13 jugadores, una actuación coral que no tuvo recompensa en un choque marcado por la mala primera parte e inicio de la segunda del conjunto local. Ciudad Encantada alcanzó hasta 6 goles de ventaja en el minuto 38, una diferencia que los de Pisonero ya no pudieron remontar.
El Recoletas Atlético Valladolid nunca estuvo cómodo en la primera parte. La durísima defensa del Ciudad Encantada maniató el ataque local, y tan solo fue capaz de anotar 9 goles en unos primeros 30 minutos de juego, en un choque de ritmo lento, exasperante por parte de los visitantes, con mucho control y escasísimas ocasiones para correr o lanzar con comodidad.
El 1-5 de inicio (minuto 9) daba confianza al Liberbank Ciudad Encantada para continuar con ese planteamiento de partido tan diferente a lo que quería proponer el Recoletas. Pero los de David Pisonero se vieron atados en ataque ante el 6-0 denso y bien organizado por su rival. Y cuando no era la defensa era Leo Maciel el que impedía anotar a los gladiadores azules, a los que les faltó continuidad y acierto en los lanzamientos. El portero argentino sumó 8 paradas en la primera parte, varias de ellas de lanzamientos de 6 metros a Miguel Camino, Fernando Hernández, Diego Camino o Jorge Serrano entre otros.
Tampoco la defensa del Recoletas mantuvo el mismo nivel de jornadas anteriores y cuando el encuentro se igualó, seguía siendo el Ciudad Encantada quien llevaba la iniciativa en el marcador (8-8, minuto 23). Sus ataques al borde del pasivo y mucho control en defensa fueron armas suficiente para desarbolar a un Atlético Valladolid ineficaz. Además, en los minutos finales el Recoletas tuvo varios errores y encajó un 0-3 y del 9-9 se pasó a un incómodo 9-12 al descanso, una ventaja a la postre crucial.
Tras el paso por vestuarios el partido incrementó un poco su ritmo y llegaron los goles. El Atlético Valladolid recuperó su identidad, pero sufrió en el inicio porque no estuvo nada intenso en defensa en ese momento clave. Los visitantes anotaron con facilidad y su ventaja se incrementó hasta los 6 goles, la máxima del partido (12-18, minuto 38). Una diferencia con la que jugaría hasta el final del choque.
Un tiempo muerto de Pisonero activó por fin a los gladiadores azules en defensa. Los locales, arropados por el público, se acercaron en el marcador (19-21, minuto 45) a base de mucho coraje y mejoría en defensa. Pero Ciudad Encantada mantuvo la calma y con dos goles seguidos de su pivote, Martin Doldan, devolvieron el partido a la situación anterior (19-23, minuto 51).
Los gladiadores azules intentaron la remontada en los 8 minutos finales y poco a poco se acercaron de nuevo en el marcador, hasta el 24-25 tras un gol de Viscovich. Quedaba un minuto y 20 segundos por jugarse pero Diego Camino fue excluido en la jugada siguiente y el encuentro prácticamente terminó ahí porque Ciudad Encantada anotó un gol más. Ya sin tiempo Rubén Río marcó el definitivo 26-27.