El BSR Valladolid vence con solvencia al potente Gran Canaria (65-55)

El Fundación Grupo Norte ha logrado una importante victoria ante Gran Canaria, finalista de la última edición de la Copa del Rey, que ha servido para quitarse la espina de la competición del K.O, en la que los vallisoletanos quedaron apeados en cuartos, y para demostrar un buen trabajo grupal y orden defensivo, que hoy les ha permitido controlar el partido desde el primer minuto.

Aunque los vallisoletanos comenzaron el choque un poco erráticos, no tardaron en tomar las riendas del juego, superando la presión defensiva impuesta por los insulares, que trataron de atar a los lanzadores locales y frenar el juego interior, lo que se tradujo en faltas personales que lastraron a varios jugadores del Gran Canaria de manera temprana. Gracias a la buena defensa local, se pudo llegar al final del primer cuarto con una ventaja de siete puntos (16-9).

En el segundo cuarto, los vallisoletanos siguieron afianzados en defensa, y además los lanzadores del equipo, Lalo Prieto y Adrián Pérez, comenzaron a pedir su dosis de protagonismo, ante un Gran Canaria al que le costaba mucho frenar las acometidas del Fundación Grupo Norte, en el que Isa López volvió a demostrar su buen hacer frenando al rival. Así, con esa organización colectiva, al descanso, el marcador reflejaba una renta de once puntos (33-22).

Tras la reanudación, el conjunto canario aumentó la intensidad defensiva, pero Adrián Pérez y Lalo Prieto seguían mostrando una gran efectividad en el tiro, lo que permitió al Fundación Grupo Norte mantener las distancias, para finalizar el tercer cuarto con un 48-35.

En el último tiempo, los insulares trataron de echar el resto en busca de una remontada, aprovechando una cierta relajación local defensiva, y llegaron a situarse a ocho puntos, a cinco minutos del final. Pero los vallisoletanos, con un último arreón, supieron controlar esa situación para recuperar el control del juego e imponerse por 65-55. Un triunfo que permite, a los de José Antonio de Castro recibir una inyección de moral de cara a la recta final de la temporada.