El Plan de Inserción para víctimas de violencia machista continúa
El Ayuntamiento de Valladolid lanza la segunda fase del Plan de Inserción Laboral para personas en riesgo de exclusión social por causas de género y víctimas de violencia machista del Ayuntamiento de Valladolid.
Este Plan inició su andadura en el último trimestre de 2017 y su primera fase, en la que participaron 18 mujeres, de las cuales diez consiguieron un trabajo, se ha desarrollado de octubre de 2017 a febrero de 2018.
Las participantes, con un máximo de 20 mujeres, pueden ser derivadas desde los Centros de Acción Social (CEAS), asociaciones de mujeres, casas de acogida o colectivos sociales de cualquier tipo, e incluso dirigirse voluntariamente a nivel individual al Centro de Igualdad para solicitar su participación en el programa, si consideran que su perfil se ajusta al objetivo del Plan.
Durante la primera fase se han desarrollado actuaciones dirigidas a organizaciones empresariales, sindicales y empresas, como la celebración de una jornada para la Presentación de buenas prácticas de empresas Socialmente Responsables que han incorporado personas en riesgo de exclusión social por causas de género y víctimas de violencia machista, la realización de una campaña de difusión del Plan de Inserción a las empresas, acciones de difusión y asesoramiento en ayudas a la contratación y bonificaciones a la seguridad social, tutela del periodo de adaptación al puesto de trabajo, seguimiento de los resultados y apoyo al mantenimiento del puesto de trabajo.
Por otro lado, se han desarrollado actuaciones dirigidas a personas en riesgo de exclusión social por causas de género y víctimas de violencia machista. Así se ha trabajado el empoderamiento de las participantes de forma individual y grupal mediante coaching, se ha realizado apoyo individual y grupal para la reinserción socio-laboral, se han desarrollado acciones de consultoría y reconstrucción de la imagen personal, itinerarios de inserción socio-laboral, orientación, asesoramiento, acompañamiento y seguimiento a la inserción.
Además, cuando ha sido necesario, se han realizado acciones formativas de actualización para el empleo adaptadas a las personas participantes y dirigidas hacia perfiles profesionales con posibilidades de inserción, y se han diseñado y desarrollado acciones formativas en competencias básicas de manejo de las TICS para la búsqueda de empleo. También se ha facilitado a todas las participantes una formación básica en materia de autoempleo.
Por último, se han desarrollado actuaciones facilitadoras de la participación en el programa: se han puesto a disposición de las personas participantes las medidas de apoyo necesarias para la atención de necesidades de cuidado de menores, ancianos o personas con discapacidad a su cargo, se ha proporcionado a todas las participantes un servicio de asesoramiento jurídico, se han facilitado ayudas para el transporte a quienes lo han precisado y se ha suministrado el material necesario para el correcto desarrollo de las diferentes acciones del programa.
A todo ello hay que añadir la firma de convenios de colaboración con asociaciones y empresas para mantener una línea de colaboración abierta para la inserción laboral de las actuales y nuevas participantes en el Plan.
En el momento actual, más de la mitad de las participantes que iniciaron el Plan están trabajando. El proceso iniciado por las personas que han participado no se da por cerrado, sino que se continúa trabajando con todas las participantes una vez finalizado el periodo de formación.
Los resultados obtenidos, la valoración del Plan por las mujeres que han participado en él y la valoración de las empresas contratantes animan a continuar en esta línea de trabajo y a ofrecer este Plan como una herramienta válida para la reinserción socio laboral de los colectivos destinatarios.