Éxito de convocatoria de la peña La Aldaba
No pudo ser, y ya es el segundo año que Ortega Cano pega la “espantada” ante las buenas gentes de la peña “La Aldaba”, de la vallisoletana La Pedraja de Portillo. Una entidad cultural que en agosto cumplirá 40 años de historia y 33 de jornadas culturales donde, año tras año, intervienen personajes de primer nivel. Y de ello buena parte de culpa la tiene el aficionado y presidente de la asociación, Aurelio Martín.
Siempre tienen un hueco para la Tauromaquia, lo que es de agradecer; no en vano La Pedraja forma un triángulo torista junto a Boecillo y Aldeamayor; en estos predios pasta la ganadería de El Raso de Portillo, la más antigua de España
No se echó de menos al citado Ortega porque Santiago Castro “Luguillano” brilló con luz propia. El Maestro “Luguillano” mostró de nuevo la bondad franciscana que lleva dentro y no tuvo inconveniente en asistir a este mano a mano, aunque el anunciado fuera el diestro de Cartagena.
Y es que -parodiando al toreo- fue así, ya que el Maestro “Luguillano” “se abrió de capa” y expresó todo su talento como si fuera alguna de las tres tardes consecutivas de Puerta Grande en Las Ventas del Espíritu Santo. Que se dice muy pronto. Más las cinco de novillero.
Núñez, admirador y conocedor del Maestro, -auxiliado desde La Fuente de San Esteban por Paco Cañamero, que ya tiene preparado su enésimo libro: “Tauromaquias de Castilla”, donde tiene un sitio de honor el Maestro “Luguillano”- supo sacar partido a un gran coloquio con uno de los toreros más importantes que ha dado Valladolid en su historia.
Tras el acto, parte de la junta directiva y algunos aficionados pudimos degustar una alargada cena-aperitivo que nos sirvieron los hermanos Félix y Luis en el afamado “Felu”, de Arrabal de Portillo.
Desde los entrantes ibéricos y excelente queso variado, hasta las croquetas de jamón; pasando por una deliciosa tortilla de patatas y una insuperable cecina acompañada de mermelada de pimiento y finas láminas de micuit de pato, hasta las tejas con bola de helado. Toda una excelencia regada con el Ribera roble que patrocina al Baloncesto Valladolid: Carramimbre.
Entre los aficionados que acompañaron en la cena se encontraba el ganadero Juan Sagarra Gamazo y sus hijos, uno de ellos; Juan Ignacio, ya se pone delante de las becerras y está inscrito en el certamen de tentaderos de la Federación Taurina de Valladolid.
También acompañaron al Maestro Santiago sus amigos Aureliano y Lucio Sanjuan (Brassería Molino Rojo) y el conocido confitero de Arrabal, Garrote, cuyas célebres “zapatillas” no podían faltar en el postre.
Y echamos de menos un año más a Luis Miguel Toquero, socio fundador de “La Aldaba” y cuñado de Aurelio Martín. Luis Miguel nos dejó tristemente hace unos años.
Y acompañando a Juanmi Núñez vino el que fuera redactor de internacional de EFE, el cordobés Sixto Martínez. Lo dicho: una feliz velada taurina con las buenas gentes de “La Aldaba” donde, un día más, aprendimos de toros y toreros.