Castilla y León

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Valladolid

Once orejas y tres rabos en el festival de Rioseco

23 junio, 2018 12:14

Si en otros tiempos los hermanos Angel y Rafael Peralta llevaron a cabo una buena labor organizando “el festival de las hermanitas”, ayer recibieron su homenaje, al menos Angel, fallecido recientemente, con una gran tarde de rejoneo protagonizada por Fermín Bohórquez (oreja), que volvía para la ocasión. Pablo Hermoso de Mendoza (dos orejas). Andy Cartagena (dos orejas y rabo). Joao Ribeiro Telles (dos orejas). Lea Vicens (dos orejas y rabo) y Guillermo Hermoso de Mendoza (dos orejas y rabo).

Se lidiaron novillos de El Canario (1º,3º y 4º) y El Capea (2º,5º y 6º) manejables y de buen juego en general. Bajó en presentación y juego el corrido en primer lugar.

Al finalizar el pasillo se guardó un minuto de silencio respetuoso en la memoria de don Ángel Peralta Pineda, posteriormente su nieto, Ángel Peralta, leyó un poema que caló en los tendidos poblados en tres cuartas partes en una tarde calurosa, aunque muy agradable por una ligera brisa. Por parte del consistorio riosecano los jinetes recibieron un obsequio por su participación.

Abrió plaza Fermín Bohórquez que acusó su alejamiento de los ruedos y pechó con un novillo flojo que apenas le ayudó. No obstante el jerezano mantuvo su línea de pureza, haciendo un rejoneo ortodoxo. Clavó su habitual par de banderillas a dos manos, otras accesorias y mató al segundo intento. Cayó la primera oreja.

Hermoso de Mendoza hizo una labor encomiable y volvió a brillar con su habitual temple llevando encelado al toro de Capea en la cola del caballo. Eficaz clavando desde las largas y cortas y mostrando una doma de alta escuela. Mató de rejonazo desprendido y tuvo que bajar a descabellar. Dos orejas que entrega el alguacilillo tras una petición unánime del tendido. Palmas al novillo de Capea

Andy Cartagena es todo un espectáculo por su forma de rejonear y por la labor que hacen sus caballos. El de Benidorm fue de menos a más con varias pasadas en falso. Pero en cuanto se confió armó el revuelo en la grada. Sobre todo cuando realiza piruetas de forma continuada en la cara del toro y pone a uno de sus corceles de manos manteniendo esa postura inverosímil que parece imposible. Largas, cortas, a dos manos, rosas en memoria de Angel Peralta y rejonazo sin puntilla, tras pinchar, que es premiado con los máximos trofeos. Se había desatado la locura entre el público. Buen novillo de El Canario que es aplaudido en el arrastre.

Labor muy meritoria y templada la del portugués Joao Ribeiro Téllez en el cuarto novillo de la tarde, citando por derecho y clavando en todo lo alto tanto en el rejón de salida como en las banderillas. En honor a Angel Peralta puso la rosa -invento del jinete sevillano-. Antes había se exhibió con las cortas. Con el rejón de muerte bajó mucho ya que hasta el definitivo hizo tres metisacas. Sin embargo el público pidió desaforadamente los dos trofeos que el presidente concedió.

Faena de menos a más de la francesa Lea Vicens con el quinto novillo de Capea que toreó con elegancia, clasicismo y pureza. Una doma bien ejecutada, con ejercicios de alta escuela tras realizar las suertes, es lo que caracteriza a la joven gala que, sin duda, aprendió bien las lecciones recibidas durante su estancia y aprendizaje en la casa de los Peralta. Faena completa y sin apenas fallos. Remató con un certero rejonazo arriba y el público pidió con mucha fuerza las dos orejas y el rabo que la bella rejoneadora paseó sonriente. Palmas para el novillo.

Cerró festejo el jovencísimo Guillermo Hermoso de Mendoza en una faena muy seria y templada, ayudado de una gran cuadra de caballos. El hijo del figurón de Estella hizo un rejoneo de muchos quilates, dominando todas las suertes siendo el fiel reflejo de su padre en cuanto al temple, una cualidad que domina con gran perfección. Y todo ello aderezado de raza por lo que llega al público con una facilidad pasmosa. Un rejonazo sin puntilla hicieron que los pañuelos afloraran en los tendidos pidiendo los máximos trofeos que el joven rejoneador paseó, mientras que su progenitor sonreía satisfecho tras un burladero. El novillo de Capea fue aplaudido en el arrastre.

Organización perfecta por parte del empresario Julián Alonso que ha recuperado el esplendor taurino en Medina de Rioseco. La gente salió muy contenta del “Coso de Carmen”. Y eso es buena señal.

FOTOS: Javier Martín