Guillermo Hermoso de Mendoza debuta y triunfa
“Veni, vidi, vici” (Vino, vio y venció). Eso hizo Guillermo Hermoso de Mendoza al salir a hombros del coso del Paseo de Zorrilla tras haber cortado dos orejas a sendos ejemplares. Frescura, alegría, excelente cuadra y no menos admirable doma fue lo que exhibió el joven rejoneador navarro en su debut vallisoletano.
Guillermo es hijo del maestro del rejoneo Pablo Hermoso, y esta tarde ha “podido” con su padre que se fue de vacío de Valladolid en la última de feria.
Se lidiaron astados lusos de la ganadería de José Rita Rodrígues (de origen Murube), resultaron manejables, excepto el 1º y 2º que fueron mansos y huidizos.
Con Barrabás lució el rejoneo más puro y clásico en los rejones de castigo. En banderillas sacó a Brindis que fue muy aplaudido. Y la cumbre llegó cuando sacó a Pirata para colocar con brillantez un par a dos manos. Efectivo rejón de muerte y paseó la primera oreja con fuerte petición de la segunda.
Lea Vicens sorteó un buen toro, el quinto, que permitió lucimiento. La rejoneadora gala se acopló a la perfección cuando ejecutó series al quiebro que fueron muy jaleadas por el público. Lució una excelente cuadra en banderillas con Diluvio, Deseado y Espontáneo. El rejón de muerte, algo caído, fue certero y suficiente para que paseara la oreja.
Lea Vicens no tuvo demasiado acierto en su primero al que clavó dos rejones de castigo. Si lució a Gacela con banderillas mostrando su clase. Y complicado resultaron las banderillas cortas con Jazmín por las dificultades del astado que se rajó y se fue a los tableros. Ovación tras matar al segundo intento
Abrió plaza Pablo Hermoso que sorteó el peor lote. Fue ovacionado en ambos toros y mostró la experiencia acumulada de los años. Con Berlín vino la pureza del rejoneador navarro que en largas y cortas volvió a brillar. Pero con los aceros de muerte no estuvo acertado.
Fotos: Fermín Rodríguez