Denunciados tres conductores de patinetes eléctricos en mes y medio

La denuncia este lunes al conductor de un patinete eléctrico que circulaba por la acera del paseo de Zorrilla de Valladolid es la tercera que impone la Policía Municipal en un mes y media a personas que utilizaban este medio de desplazamiento.

Según han explicado a Europa Press fuentes de la Policía Municipal, en el caso de la persona denunciada este lunes, circulaba por la acera del paseo de Zorrilla con un patinete eléctrico de 500 vatios de potencia y que puede alcanzar los 40 kilómetros por hora, por lo que no se puede encuadrar como Vehículo de Movilidad Personal de tipo A ni B.

Por ello, según la Policía, sería susceptible de llevar matrícula y para circular con él se requeriría de autorización, algo que el conductor no pudo aportar.

Por todo ello, la persona que utilizaba este patinete fue denunciada y el vehículo, inmovilizado y retirado al depósito de vehículos de El Peral.

Se trata de un caso similar al de un joven al que se denunció el pasado 10 de octubre cuando circulaba con otro patinete de potencia considerable por el paseo de Zorrilla --en ese caso el modelo se promocionaba con una velocidad máxima de 55 kilómetros por hora--.

La Policía Municipal ha denunciado al conductor de un potente patinete eléctrico que circulaba "muy rápido" por la acera del paseo de Zorrilla y podía poner en riesgo a los peatones, según han informado fuentes policiales a Europa Press.

Los hechos se produjeron en la tarde de este martes, cuando un agente de la Policía Municipal avisó por la emisora de que había observado a una persona circulaba en este patinete eléctrico con sillín por la acera del paseo de Zorrilla y unos minutos después, un compañero le daba el alto junto al paso de peatones de la calle de San Ildefonso.

Existe un tercer caso en las últimas semanas de personas denunciadas por circular con patinete. Se trata del de un abogado vallisoletano que el pasado jueves fue multado cuando iba por la calle Regalado, de carácter peatonal, con un dispositivo eléctrico que, no obstante y según fuentes policiales, no contaba con tanta potencia como los dos anteriores.

En esa ocasión, la multa fue de 200 euros y otra más por idéntico importe debido a que el usuario del patinete utilizaba los auriculares de su teléfono móvil cuando circulaba.