El próximo sábado día 23 de febrero volverán a cantarse Las Marzas en Valladolid. Desde hace más de quince años el grupo BESANA y merced a la colaboración entre varios grupos de música tradicional, volverá a recrearse en la Plaza Mayor el antiguo ritual de despedida del Año Viejo y salutación del Año Nuevo que desde tiempos inmemoriales se ha venido escenificando en España en las últimas jornadas del mes de Febrero, tras los Carnavales, y en las primeras del que antaño fuera el primer mes del año: Marzo.
Un año más y como viene sucediendo desde el año 1999, el próximo sábado 23 de febrero por la noche, a partir de las 20.00 horas, las Marzas congregarán en la Plaza Mayor a todos aquellos vallisoletanos que manteniéndose fieles a nuestro rico patrimonio tradicional, se preocupan de perpetuarlo con la celebración de fiestas como la del Canto de las Marzas cuya antigüedad se pierde en la noche de los tiempos, no faltando investigadores que la postulan como la más antigua de cuantas se han conservado en nuestro país.
No en balde, lo que se canta y se rememora en esas coplas que se entonaban a la media noche, es el momento supuesto en que había nacido la vida sobre nuestro planeta. Como se suponía que la vida había nacido en la época del año en que comienzan a apuntar los primeros brotes de la primavera, de ahí nacería la costumbre de celebrar el inicio del año en los últimos días de Febrero y primeros de Marzo, reuniéndose las gentes de nuestros pueblos y ciudades en las Plazas Mayores, con el fin de cantar las viejísimas coplas marzeras frente al edificio del Ayuntamiento y contando con la preceptiva compañía de una hoguera, indispensable por otra parte en esta época del año.
En la tradición originaria, la fiesta de las Marzas se celebraba en torno a un gran árbol que preceptivamente ocupaba el centro de nuestras Plazas Mayores y que se adornaba al efecto, con flores, el marzandrón.
Aunque totalmente olvidado su origen y significado, el hoy recuperado canto de las Marzas ha pervivido en Castilla y León y en Cantabria desde tiempos inmemoriales hasta nuestros días.
Por lo que se refiere a Valladolid, el Grupo Besana viene asumiendo la organización de esta fiesta tradicional, contando con la colaboración desinteresada de cada vez más grupos de de dulzainas y danzantes.
En la edición del presente año, Las Marzas vallisoletanas se verán enriquecidas con la participación de los grupos:
- Gr. Besana
- Gr. Mies y barro
- Gr. Pisuerga-Huerta del Rey
- Gr. La Victoria
- Gr. Ribera de Pisuerga
- Gr. Pilarica A.F.
- Gr. Castellanos de Olid
- Gr. La Trébede
- Gr. La Esgueva
- Gr. La Cañada de Fresno el Viejo
- Dulzaineros Villaolid
- Dulzaineros Zampoña
- Dulzaineros Escuela Pilarica
- Dulzaineros Campos de Mielgas
- Dulzaineros Espadaña
- Conjunto de Dulzainas Musicalia
Siguiendo fielmente la tradición, tras los bailes tradicionales que sirven de prólogo a la fiesta y el toque del sofar o cuerno, se cantarán Las Marzas al pie del Ayuntamiento. Y rememorando, igualmente, las viejísimas costumbres castellanoleonesas, tras la celebración del comienzo del año los grupos organizadores invitarán a los asistentes a unas sopa de ajo, caliente, cedido por la TABERNA PRADERA ( C/ San Blas 2, Valladolid) .
Nos remontamos a la época de Julio Cesar, Roma, para reafirmar su hegemonía en el mundo y humillar a la nación ibérica trasladó el inicio del año del día 1 de Marzo al 1 de Enero. Progresivamente, todas las naciones fueron sometiéndose, siendo los pueblos ibéricos los que más se opusieron, permaneciendo fieles a su viejo cómputo ancestral.
Todo ello girando en torno al toque del cuerno, al llegar las doce de la noche, procediendo al canto de las Marzas con los asistentes.
En el centro y presidiendo el acto, las ramas y flores del Marzandrón o monumento floral en torno al que se celebraba la fiesta y que simboliza la floración o alumbramiento de la vida.
Incluso la costumbre de vestir una prenda de color rojo en la nochevieja, tiene su origen en el papel crucial que el fuego representa la Noche de Marzas.