La Audiencia de Valladolid ha fijado para el próximo día 27 de septiembre el inicio del juicio con jurado popular contra Mario F.M, acusado del asesinato de su madre Sacramento M, de 73 años, a finales de enero de 2018 en el barrio de Parquesol, tras administrarle dosis letales de barbitúricos.
El juicio será visto por la Sección Cuarta de lo Penal de la Audiencia Provincial y, en principio, se prolongará hasta el día 4 de octubre, según informaron a Europa Press fuentes jurídicas.
Fiscalía de Valladolid solicita un total de veinte años de prisión par Mario F.M. por delito de asesinato. Así se recoge en su escrito de calificación provisional de los hechos que, amén de los veinte años de cárcel por delito de asesinato, con la atenuante de confesión y la agravante de parentesco, solicita otros diez años de libertad vigilada una vez salga de la cárcel, así como, en concepto de responsabilidad civil, el pago de indemnizaciones por importe de unos 20.000 euros en favor de sus dos hermanos y también hijos de la fallecida.
La acusación pública entiende que el procesado tomó unilateralmente la decisión de acabar con la vida de su madre debido a la carga que ésta suponía para él debido a los cuidados que precisaba tras haber sufrido un ictus.
Los hijos de la víctima han decidido finalmente no formular escrito de acusación contra su hermano.
En el lado contrario, la defensa del encausado mantiene, como así ha sostenido a lo largo de la instrucción del proceso, que los hechos son constitutivos de un delito de cooperación al suicidio y, por consiguiente, solicita su internamiento por espacio de dos años.
Detenido en un hotel de Benidorm
César F.M, de 37 años, detenido el 31 de enero de 2018 en un hotel de Benidorm (Alicante), donde confesó que había acabado con la vida de su madre, Sacramento M, de 73 años, vecina del barrio de Parquesol, ha venido negando la existencia de asesinato u homicidio doloso y ha precisado que el día de autos se limitó a cooperar en el suicidio de la víctima.
El procesado alega que se encontraba muy unido a su madre y sostiene que ante los graves padecimientos físicos de la septuagenaria él se concertó con ella para ayudarla a morir, como así hizo finalmente en el domicilio ubicado en el número 15 de la calle Federico Landrove Moiño.
"Los dos deseaban morir, ella por su grave situación física y él por los problemas psiquiátricos que padece", indicó en su día su abogada, Carmen Hedrosa, quien recordó que tras el óbito de la madre el detenido viajó hasta Benidorm y se alojó en el Hotel Bali, donde protagonizó un fallido intento de suicidio mediante la ingesta de pastillas.