Un empate con sabor agridulce para el Atlético Valladolid
El Recoletas Atlético Valladolid sumó un punto en su visita al Quabit Guadalajara (25-25). Un punto con sabor agridulce ya que el empate fuera de casa en la Liga Asobal es un resultado muy positivo y le sirve a los gladiadores azules para acercarse a su objetivo de ser octavo. Sin embargo, los vallisoletanos tuvieron en su mano la victoria, que se escapó con una decisión discutible de los árbitros y un gol de contraataque de Jaime Gallardo, que empató el choque.
Los de David Pisonero mejoraron en la segunda parte y fueron por delante durante muchos minutos. No en vano entraron en el minuto final con ventaja (24-25). Con 30 segundos por jugar y posesión para los vallisoletanos parecía difícil no ganar. Pero los colegiados señalaron pasivo quizá demasiado pronto y segundos después pasos a Víctor Rodríguez. En una rápida contra el Quabit Guadalajara empató el encuentro (25-25).
Pero detrás de esos últimos treinta segundos de infarto, el Recoletas Atlético Valladolid firmó una actuación brillante, de nuevo excepcional fuera de casa, recuperando sensaciones y mostrando una gran confianza en su juego. El equipo vallisoletano volvió a competir fuera de casa al máximo nivel y disputó el triunfo hasta el último segundo. La igualdad entre ambos rivales fue la tónica general del partido y los detalles decidieron el resultado final.
Y en entre esos detalles estuvo Hombrados. Una vez más, el mejor portero de la Liga Asobal, fue determinante y fulminó las opciones de victoria del Recoletas. Sus paradas, sobre todo en los penaltis (detuvo 4 a los gladiadores azules), evitaron que el Atlético Valladolid pudiera llegar al final con una mayor ventaja y no tener que depender de otros aspectos del juego.
Lo cierto es que hubo mucha igualdad en el David Santamaría. En la primera parte (14-13) fueron los locales los que llevaron la voz cantante en el marcador, pero nunca con más de 2 goles de ventaja, que alcanzó por primera vez en el minuto 16 (8-6). Pero el Recoletas nunca se desconectó y mantuvo un alto nivel tanto en defensa, con el portero Carlos Calle como protagonista, como en ataque.
Calle firmó 10 paradas en los primeros treinta minutos (17 en total) y mantuvo con firmeza a los gladiadores azules. Los de David Pisonero también estuvieron fluidos en ataque, con mucha continuidad de la que se aprovechó el extremo Dani Pérez, autor de 4 goles. Abel Serdio con 3 y Diego Camino y Víctor Rodríguez ayudaron mucho al equipo con sus goles. Adrián Fernández chocó varias veces con Hombrados en sus lanzamientos, una situación que se repetiría en la segunda mitad con otros jugadores y que, a la postre, sería determinante.
La segunda parte comenzó con un Recoletas Atlético Valladolid más intenso, con mejoría atrás y adelante, y determinado a tomar la iniciativa. En apenas tres minutos Diego Camino anotó un 7 metros pero Hombrados le paró el siguiente. Fue Víctor Rodríguez el que, también de penalti, volvería a poner por delante al equipo vallisoletano (14-15, minuto 35). Desde ese momento los gladiadores azules pasaron a dominar en el marcador.
Sin embargo, en las varias ocasiones en las que el Recoletas pudo escaparse y asegurar dos goles de ventaja, se encontró con un Hombrados excepcional, que rompió las esperanzas de llegar con mejores opciones al final del encuentro. Pese a todo, el Atlético Valladolid continuó muy sólido y confiado. Los visitantes aguantaron una inferioridad en el minuto 52 (23-23). Abel Serdio anotaría el 23-24 a tres minutos, pero Víctor Vigo empataría (24-24). Rubén Río marcaría de penalti, pese al increíble acierto anterior de Hombrados. No le tembló la muñeca y pondría por delante al Atlético Valladolid (24-25) para llegar con ventaja a los últimos segundos. El postrero gol de Gallardo pondría el empate final (25-25).