Era un viernes, 2 de noviembre, cuando se conocía el fallecimiento de Tomás Rodríguez Bolaños, político socialista que lideró la transformación de la capital del Pisuerga entre los años 1979 y 1995. El excalde de Valladolid moría al sufrir un infarto durante una excursión al peñón de San Juan de Gaztelugatxe, mientras subía unas empinadas escaleras.

A sus 74 años, el primer alcalde de la democracia en Valladolid decía adiós a la vida y sumía a la ciudad pucelana en un dolor y una tristeza muy grandes. A lo largo del sábado se sucedieron las muestras de agradecimiento por parte de la ciudadanía de la capital que quería despedir como se merecía a Bolaños, firmando además en el libro de condolencias.

El Ayuntamiento se esforzó en despedir como se merecía a Bolaños, con tres días de luto, y ese mismo lunes 5 de noviembre, en Pleno Extraordinario, inició el expediente para  conceder la Medalla de Oro de la ciudad y el honor de Hijo Predilecto, al excalde.

En la tarde de este lunes 18 de marzo, y en un Teatro Calderón abarrotado con las personalidades más importantes e influyentes de la capital del Pisuerga, de la Comunidad e incluso alguna del panorama nacional, se ha celebrado el acto en el que Tomás Rodríguez Bolaños ha sido nombrado Hijo Predilecto y ha recibido la Medalla de Oro de Valladolid a Título Póstumo.

Todo, en un reconocimiento que ha comenzado con el Teatro Calderón a oscuras y el sonido de un piano que se entremezclaba con el discurso de investidura de Bolaños del año 1979. Imágenes del exalcalde en blanco y negro algunas que han sido el preludio de una hora y media aproximada para enmarcar.

Tomás Rodríguez Bolaños. Fotografía: Luis Martín

Un acto en el que han estado presentes personalidades como Demetrio Madrid, Jesús Julio Carnero, presidente de la Diputación de Valladolid, José Antonio Martínez Bermejo, portavoz del Grupo Municipal Popular en el Ayuntamiento, los concejales del Gobierno municipal, el alcalde anterior, Javier León de la Riva, y el actual, Óscar Puente.

Valladolid pasó a ser una ciudad más optimista, más abierta y se debió en parte a su alcalde. Se convirtió en una ciudad más abierta, una de las características de Tomás Rodríguez Bolaños. Creo que este homenaje es más que merecido. La ciudad se lo debía. Aún le puede deber que Tomás de nombre a una calle de la ciudad”, ha afirmado Luís Miguel de Dios en la presentación del acto.

Todo ello antes de que Óscar Puente haya tomado la palabra ensalzando la labor del exalcalde desde los años 70. El actual primer edil ha valorado la labor de Bolaños para “inaugurar el estadio José Zorilla en 1982”, apenas tres años después de llegar a la alcaldía, su trabajo para “aprobar el Plan General que acabó con la destrucción del patrimonio artístico de los años 60 y 70” o de las “primeras peatonalizaciones” y la aparición de “barrios como el de Parquesol o Covaresa”.

Bolaños fue un gran político y un gran hombre. Era cercano y empatizaba con el sufrimiento humano. Pertenecía a esos políticos que se hacen querer. Dignificaba la política. Tomás ilumina el camino para iluminar también el camino de la ciudad. Esperamos estar a la altura”, ha finalizado Óscar Puente.

Óscar Puente. Fotografía: Luis Martín.

Por el atril han pasado Gustavo Martín Garzo, Lola Herrera, que ha protagonizado un recuerdo sumamente emotivo dedicado a Bolaños del que ha destacado su “cercanía y calidez” y del que ha dicho que le ayudó a “recuperar su amor por Valladolid”. Alejandro Blanco, presidente del Comité Olímpico Español ha asegurado que Tomás “era un líder” y “un moderador de los consensos” y ha valorado que “todos se paraban para hablar con él”, un hombre “fiel a sus valores”, ha aseverado.

El acto ha avanzado ágil, con música y acordes que nos trasportaban a la labor institucional, municipal e incluso deportiva del recientemente fallecido. El Teatro Calderón,  enmudecía también con las palabras de Jesús Quijano que afirmaba que el recientemente fallecido “amo la vida y la compartió con muchas personas” después de ensalzar la facilidad del excalde para hacer amigos.

El momento más emotivo del acto ha llegado cuando al escenario del Teatro Calderón han subido los familiares de Tomás Rodríguez Bolaños para recibir la Medalla de Oro de Valladolid de manos de Óscar Puente y Manuel Saravia. Irene, la viuda, visiblemente emocionada, ha recibido el aplauso de la tarde.

La familia de Tomás Rodríguez Bolaños recogiendo la Medalla de Oro. Fotografía: Luis Martín.

“Nos sentimos usurpadores del reconocimiento a nuestro padre. Es una pena que no esté él aquí viendo lo que está pasando. Él no se habría esperado esto. Aunque humilde y sencillo estaría orgulloso de lo que ha ocurrido”, ha asegurado Pablo, hijo de Tomás Rodríguez Bolaños ante la atenta mirada de Irene y sus dos hermanos.

Un cierre con unas palabras cargadas de sentimiento que han ensalzado al exalcalde, un Tomás Rodríguez Bolaños que es ya recuerdo perpetuo y eterno en la ciudad de Valladolid.

Fotografías: Luis Martín