El nuevo subdelegado del Gobierno en Valladolid, Emilio Álvarez, ha tomado posesión este martes del cargo de subdelegado del Gobierno en Valladolid y ha recordado que "nunca asume nada a corto plazo", consciente de que su nuevo puesto "puede durar meses o años", aunque ya ha avanzado que trabajará "hasta el último día como si fuese el primero".
Así lo ha indicado, en declaraciones recogidas por Europa Press, tras tomar posesión de su nuevo cargo en un acto institucional que ha estado presidido por la delegada del Gobierno en Castilla y León, Virginia Barcones, y al que ha acudido también la anterior subdelegada, Helena Caballero, cuyo testigo ha recogido Álvarez.
El nuevo subdelegado ha reconocido que afronta su cometido en unos momentos "difíciles" dada la cercanía de dos procesos electorales. Por ello, uno de sus principales objetivos será garantizar que los comicios se celebren con la "mayor normalidad posible".
Asimismo, ha apuntado que entre sus prioridades también destacan "mantener el nivel de funcionamiento de los servicios y solucionar los problemas de la provincia, especialmente ante asuntos urgentes como la despoblación, además de implementar la calidad de vida en el medio rural".
Álvarez también ha abogado por "conservar el patrimonio cultural, potenciar la agricultura y ganadería, incrementar la industria, mejorar la sanidad, la educación, las infraestructuras, las pensiones, los servicios sociales, y el transporte público".
En su intervención, Barcones, quien ha nombrado al hasta ahora senador para desempeñar este cargo, ha descrito al nuevo subdelegado como "un entrañable compañero, un experimentado y reconocido servidor público y una excelente persona", además de ser un hombre "tolerante, amable y dialogante".
La delegada del Gobierno le ha agradecido que aceptase el "reto de continuar haciendo lo que mejor sabe hacer: trabajar al servicio de los ciudadanos de esta tierra" y ha citado al escritor vallisoletano Miguel Delibes para recordar que "el poder de decisión le llega al ser humano cuando no le hace falta para nada", ya que Álvarez se planteaba la idea de la jubilación antes de aceptar el cargo.
Asimismo, Barcones ha recordado al subdelegado que el principal problema al que se enfrentan Valladolid y Castilla y León es la despoblación. En este sentido, la acción de los poderes públicos "debe posibilitar que los habitantes de la Comunidad tengan los mismos derechos a la hora de acceder a servicios básicos para evitar que haya ciudadanos de segunda".
Al hilo de esta afirmación, la delegada ha indicado que el pasado domingo "Castilla y León se dejó oír en Madrid junto con otros territorios que sufren el problema demográfico". Esta Comunidad "es un proyecto común que solo crecerá si crecen por igual todos los territorios", ha aseverado.
Según pronostica el Instituto Nacional de Estadística (INE), la provincia de Valladolid perderá 27.000 habitantes en los próximos 25 años, ha apuntado la representante del Gobierno en la Comunidad.
A pesar de ello, Barcones ha señalado que tanto Valladolid como Castilla y León, "no pueden por menos que tener futuro, dado su potencial endógeno, sus recursos turísticos, su gente curtida en el trabajo y sus jóvenes con ganas de seguir arraigados a la tierra de sus antepasados". "No podemos permitirnos el lujo de seguir perdiendo capital humano", ha sentenciado.
Para ofrecer a todos ellos un futuro en la Comunidad y evitar la sangría demográfica, Barcones ha animado a buscar fórmulas de "potenciación" del sector primario, con la agricultura a la cabeza, y también de un sector secundario "esperanzador" con importantes industrias vinculadas con la agroalimentación y, "por supuesto", con factorías "clave" dentro del sector de la automoción.
La delegada tampoco se ha olvidado de los 30.000 parados de la provincia "deben ser la prioridad de cualquier Gobierno" y ha destacado el sector público como motor "básico" de desarrollo, "sobre todo en Valladolid, donde no se puede permitir que pierda músculo porque menoscabaría la calidad de los servicios que se prestan a los ciudadanos".
Por último, ha elogiado la profesionalidad de los funcionarios de la Administración General del Estado con especial hincapié en el papel que juegan las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, quienes han hecho de Castilla y León "una de las comunidades autónomas más seguras de España".