Tarde de domingo y muchos se han quedado sin siesta para acudir al estadio José Zorrilla . El cielo amenazaba con lluvia y miles de aficionados tomaban posiciones en la grada con todo preparado. Pero antes de que los nubarrones se agolparan en el césped, la hinchada del Real Valladolid disfrutó con el ímpetu de su equipo, alentó las galopadas ofensivas y el juego siempre vertical en busca del gol.
Momento simpático el que se vivió al celebrar la anulación del gol del Sevilla al comprobar en el VAR que había habido falta antes del remate. Los aficionados lo celebraron con cierto sarcasmo, con esa idea ya asentada de que el videoarbitraje no es amigo blanquivioleta.
En la segunda parte el partido se complicó, el Sevilla desplegó su potencial en campo rival y la lluvia hizo el resto para que ver el partido fuese cada vez más incómodo.
La hinchada del Sevilla pobló la zona del estadio reservada a la afición visitante y disfrutó de la victoria de los suyos, al tiempo que en buena parte del choque espoleó los ánimos de los locales, con el clásico pique en el graderío.