Piden 3 años de internamiento psiquiátrico por clavar un punzón a un vecino
Fiscalía de Valladolid solicita tres años de internamiento en un centro psiquiátrico para Tomás V.B, el vecino de Velilla que en noviembre de 2018 hirió de gravedad a otro al clavarle un punzón en el costado.
El acusado ocupará el banquillo del Juzgado de lo Penal número 4 de Valladolid el próximo día 7 de junio, a partir de las 09.00 horas, por un delito de lesiones con uso de instrumento peligroso, aunque con la concurrencia de la eximente de alteración psíquica, de ahí que la acusación pública solicite su absolución pero de forma paralela, como medida de seguridad, su internamiento por espacio de tres años en un centro psiquiátrico, según informaron a Europa Press fuentes jurídicas.
En concepto de responsabilidad civil, Fiscalía pide que el autor de la agresión indemnice a su víctima en la cantidad de 3.500 euros por las lesiones y las secuelas.
Los hechos ocurrieron el día 12 de noviembre de 2018 cuando, sobre las 10.30 horas, la víctima, Jesús María G.R, de 55 años, quien realizaba labores de limpieza en el Ayuntamiento de Velilla, se encontraba barriendo una de las calles del municipio, situado a 27 kilómetros de la capital y con poco más de un centenar de vecinos.
Fue entonces cuando el presunto agresor, de 52 años, quien había mantenido con el anterior días antes un incidente, se acercó por la espalda a Jesús María, le agarró por el cuello y comenzó a zarandearle y, en un momento dado, sacó de forma súbita un punzón que llevaba escondido y se lo clavó en el costado izquierdo.
El alcalde fue uno de los primeros en conocer lo sucedido, dio aviso a uno de sus hijos y rápidamente se trasladaron hacia el lugar donde habían ocurrido los hechos, donde socorrieron al herido y le trasladaron directamente en su vehículo particular hasta el centro de salud de Tordesillas, donde le realizaron la primera cura.
Dado que no había disponible una ambulancia, fue el propio hijo del alcalde el que optó por trasladar a la víctima en su vehículo hasta el Hospital Río Hortega de Valladolid.
Esquizofrenia o trastorno delirante
El día de los hechos el acusado presentaba una sintomatología sugestiva de un cuadro psicótico, que precisa de un mayor seguimiento para dirimir si se trata de una esquizofrenia paranoide o de un trastorno delirante.
En ambos casos, tal y como recoge en su escrito la acusación pública, las ideas delirantes suponen una deformación de las interpretaciones y juicios de realidad que provocan una carga emocional muy intensa.
Así, pese a ser consciente de la ilicitud de los hechos cometidos, la voluntad del acusado se encuentra totalmente alterada por la interpretación errónea que hace de la realidad y, por tanto, las bases psicobiológicas de la imputabilidad se encuentran anuladas con respecto a los hechos cometidos.
De ahí que el fiscal del caso plantee la necesidad de que el procesado continúe con el tratamiento psiquiátrico que ha iniciado en el centro penitenciario, donde continúa desde el día de los hechos. Su defensa, sin embargo, solicita un fallo absolutorio, sin medida de seguridad alguna.