Son días de pasión, devoción, dolor y esperanza. Días en los que la Semana Santa intenta mostrar el calvario de Jesucristo. Por eso en la localidad vallisoletana de Fresno el Viejo ultiman su Viacrucis Juvenil para representar el sufrimiento al que tuvo que hacer frente Jesús.
Esta edición cumple 33 años y coincide con la edad de muerte de Cristo, pero en el municipio “no hay nada especial” preparado puesto que “siempre” se celebra con “la misma emoción y trabajo” para la organización, según ha señalado el alcalde de la localidad, Luis Miguel Muñumer.
Edición tras edición el crecimiento ha sido “impresionante” y la celebración del Viacrucis Juvenil ha sido “alabada” por el público, según Muñumer.
Para el alcalde de Fresno el viejo, la procesión ha experimentado un gran cambio en la vestimenta. En este aspecto, ha recordado que en los primeros años los cascos romanos utilizados eran “cascos de obra forrado con plumas” o “sábanas blancas a modo de toga y vestidos”, pero en la actualidad han logrado “un vestuario acorde al evento”.
Del mismo modo, Muñumer ha incidido que la “evolución de la gente” ha contribuido al progreso del evento. En estos años se ha producido un cambio de generaciones donde los jóvenes de ediciones anteriores ahora son mayores, y serán sus hijos los que representen el Viacrucis. Sin embargo, no se trata de una “tradición que pasa de padres a hijos”, ha precisado.
Mientras el Viacrucis Juvenil es un acto “distinto y único en la provincia de Valladolid”, que se vive de forma “muy emotiva” para todos los vecinos. “No es la típica procesión” puesto que “somos personas las que representamos la procesión”, ha subrayado.
Además, los asistentes a la procesión la reciben como un momento “muy emocionante” algo que “no se ve en ningún otro sitio de Valladolid”. “La gente que viene no se espera lo que sucede dentro del viacrucis”, pero “la gente lo vive”, “se traslada e involucra”. En definitiva, es una procesión “original y diferente”, ha apostillado Luis miguel Muñumer.