El juicio suspendido 'por los pelos' contra dos presuntos traficantes vuelve a la palestra
La Audiencia de Valladolid celebra este viernes, 24 de mayo, el juicio que tuvo que suspender en diciembre de 2018 tras comprobar entonces el extravío de una muestra de cabello de uno de los dos acusados por delito de tráfico de drogas, prueba que su defensa pretendía utilizar como atenuante en el supuesto de sentencia condenatoria.
Si entonces la vista se suspendió literalmente 'por los pelos', el tribunal ha vuelto a fijar nueva fecha para este viernes, después de que la referida prueba haya sido nuevamente practicada y, esta vez, analizada en el Instituto de Medicina Legal y Ciencias Forenses de Madrid, centro al que el bote que contenía la muestra primigenia llegó vacío para sorpresa de los técnicos, según informaron a Europa Press fuentes jurídicas.
El análisis, según las mismas fuentes, arroja restos de cannabis que inducen a un consumo esporádico de dicha sustancia por parte de J.D.L, si bien la defensa del procesado podría hacer valer que la muestra de cabello extraviada, la más próxima al momento de los hechos, era la verdaderamente determinante porque mostraría con más rigor una adicción más intensa de su cliente que la prueba practicada un año después, en concreto en febrero de este año.
Con carácter provisional, los dos acusados, el aludido J.D.L y R.N.N, que carecen de antecedentes, se exponen a un posible condena de seis años de prisión y al pago de una multa de 1.350 euros por hechos que serán analizados este 24 de mayo.
Las investigaciones se remontan a noviembre de 2017, a raíz de identificar a R.N.N, con domicilio en la calle Ecuador, tras observar cómo desde su Renault Scenic contactaba con numerosos toxicómanos en diferentes puntos de la ciudad, principalmente en la zona de Caño Argales, barrio de La Victoria, zona centro y barrio de La Rondilla, donde, según siempre el fiscal, apoyado en los atestados policiales, el encausado entregaba papelinas de cocaína, la mayoría de las veces sin apearse del vehículo.
Fruto de las pesquisas y dispositivos de vigilancia, los agentes aseguran haber presenciado media docena de 'pases' de droga en las calles Panaderos, Portillo del Prado, Real de Burgos, Pío del Río Hortega, Paseo de Filipinos y Moradas, en dos de los cuales fue visto también J.D.L. acompañando al principal acusado y tomando medidas de vigilancia para detectar la posible presencia policial.
La investigación culminó el 17 de enero de 2018 cuando R.N.N. fue interceptado a su regreso de Salamanca, supuestamente tras aprovisionarse de mercancía en la capital charra y cuando se aproximó al domicilio del otro acusado, J.D.L, en Fuente El Sol, donde este último, según la acusación pública, le esperaba en el exterior del portal en actitud vigilante.
En el interior del turismo, la policía se incautó de un envoltorio de plástico de color blanco con 0,78 gramos de 'coca' y de otros tres de color amarillo con 0,32 y 0,1 gramos de cocaína y 0,08 de heroína.
Además, por debajo de la funda del asiento del conductor, entre los pliegues de la espuma, los agentes hallaron otro envoltorio con 1,10 gramos de heroína, y en la consola central, entre dos asientos, una libreta de color negro con anotaciones, además de otra hoja de color blanco con más notas de nombres y teléfonos en el maletero.
Tras la incautación de la droga, valorada en unos 464 euros, la policía se personó en la vivienda de J.D.L, donde éste hizo entrega de forma voluntaria de una mochila con efectos pertenecientes a R.N.N, que se hallaba en un trastero, efectos que la policía mantiene que pueden ser utilizados para la elaboración de la placa base de cocaína y otros artilugios propios para la preparación de las dosis.
Uno de los dos acusados, R.N.N, una vez detenido fue conducido hasta el Hospital Río Hortega de la capital, donde fue sometido a tres análisis, desde una exploración corporal hasta su paso por rayos X y un TAC, con el fin de comprobar si llevaba alojada droga en su aparato digestivo. La triple prueba dio negativo.