El nuevo jefe provincial de la Policía Nacional en Valladolid, Luis Giber Ortega, se ha comprometido con "la seguridad del día a día" sin "perder de vista" las "grandes amenazas" como el crimen organizado, la ciberdelincuencia, la trata de seres humano o las distintas formas de terrorismo como el yihadista.

Así lo ha subrayado durante su toma de posesión como nuevo comisario provincial, celebrado este miércoles en la sede de la Delegación del Gobierno en Castilla y León en Valladolid. Gibert sustituye en el cargo a Juan José Campesino Tejero, que pasó a desempeñar el cargo de jefe superior de Policía en la Comunidad.

Para conseguir estos objetivos, Gibert se ha encomendado a los policías y componentes de los Cuerpos Generales, los cuales, "con su esfuerzo, dedicación y profesionalidad" y "con su trabajo diario", son "los verdaderos artífices del éxito que año tras año coloca a la institución policial en cabeza de las encuestas de satisfacción".

"A vosotros os pido que sigáis trabajando más y mejor que como lo habéis hecho hasta ahora, nuestra sociedad nos lo demanda y nosotros sabemos cumplir", les ha recordado.

Un emocionado Luis Gibert, sobre todo cuando se ha referido a su familia, ha destacado que la seguridad abarca "desde las mujeres que son víctimas de violencia de género hasta mayores y discapacitados, desde la seguridad de los niños y jóvenes en las aulas y zonas de ocio hasta la de las fiestas patronales, desde la de personas sometidas a procesos migratorios hasta la seguridad en las redes sociales e internet".

"Todo ello dentro de la vocación de servicio público que tiene la Policía Nacional y que es reconocida año tras año en las encuestas elaboradas por el Centro de Investigaciones Sociológicas colocando a esta Institución en los primeros lugares", ha añadido.

En su discurso, el nuevo comisario ha reivindicado, asimismo, mejoras en las condiciones de trabajo de los agentes para favorecer la conciliación de la vida profesional, personal y familia que redunde "en la mejora de la actividad policial".

El acto ha contado con la presencia, entre otras personalidades, de la delegada del Gobierno en Castilla y León, Mercedes Martín; del subdelegado del Gobierno en Valladolid, Emilio Álvarez, y del presidente de la Diputación Provincial en funciones, Jesús Julio Carnero.

Criminalidad 

En su intervención, Martín ha recordado que la tasa de criminalidad de Castilla y León, que ronda las 32 infracciones penales por cada mil habitantes, se sitúa más de diez puntos por debajo de la media española, que a su vez es "uno de los más seguros de la Unión Europea".

Pese a ello, le ha pedido al nuevo comisario que evite que "caigan en el conformismo", puesto que "siempre hay desafíos" que marcarse y aunque ha reconocido que es "una utopía" pensar en acabar con la criminalidad, se trata de "un reto que perseguir".

La delegada ha destacado la "profesionalidad y valía" de los cerca de 750 agentes que tendrá a su cargo Gibert, del que ha ensalzado su "profesionalidad, seriedad y bonhomía".

El ya comisario jefe provincial de Valladolid nació en la localidad marroquí de Dar Drius hace 62 años, viudo y padre de dos hijos, tuvo su último destino, antes de su llegada a Valladolid, y durante los dos últimos años en la Comisaría Provincial de Soria.

Ingresó en 1980 en la Academia General Militar como componente de la II Promoción de Oficiales de Policía Nacional. Fue nombrado funcionario de carrera en 1986, con equivalencia a licenciatura universitaria.

Ascendido a inspector, su primer destino fue en la Brigada Provincial de Seguridad Ciudadana de Bilbao. En 1987 obtuvo destino en Valladolid, en la Segu Compañía de Reserva General y desde 1991 ha ejercido el mando en varias unidades de intervención policial. Ascendió a Inspector Jefe en 1998.

En 2007 pasó destinado a Madrid como jefe del Servicio de Coordinación Operativa en la Jefatura de Unidades de Intervención Policial dependiente de la Comisaría General de Seguridad Ciudadana. Ha impartido cursos de su especialidad en España y en el extranjero y ha participado como alumno en alguno de ellos.

En diciembre de 2014 ascendió a comisario. Fue destinado a la Comisaría Provincial de Burgos como jefe provincial operativo donde ha permanecido hasta el 19 de junio de 2017, día en el que fue destinado a Soria como jefe provincial de Policía. En la Comisaría soriana ha permanecido los dos últimos años, hasta su nombramiento como responsable del CNP en Valladolid.

Ha sido distinguido con la Medalla, Cruz, Encomienda y Placa a la Dedicación al Servicio Policial y está en posesión de varias cruces al Mérito Policial en diferentes categorías, la Cruz de Oficial de la Orden de Isabel la Católica, la Cruz al Mérito de la Guardia Civil y la Medalla de la Policía Local de Burgos, además de numerosas felicitaciones públicas.