Los asquerosos, de Santiago Lorenzo, puede considerarse uno de los fenómenos editoriales del año, después de vender más de 60.000 ejemplares y alcanzar su 11ª edición en pocos meses. En esta novela, el guionista y escritor vasco relata la vida de Manuel, un Robinson Crusoe moderno, como lo definen sus editores, que se ve obligado a refugiarse en un pueblo imaginario, Zarzahuriel, tras agredir a un antidisturbios. Hoy ha participado en la Feria del Libro de Valladolid durante un encuentro en conversación con el periodista Samuel Regueira, donde han analizado su obra.
Una novela en la que el humor y la ironía son una constante a pesar de los dramáticos sucesos que le ocurren al protagonista. “Cuando escribo siempre tengo la sensación de que cuento cosas muy dramáticas y luego resultan cómicas”, ha reconocido el autor que ha considerado que los libros pertenecen a los lectores y aunque las interpretaciones no tengan nada que ver con la suya su actitud es: “yo me callo, cada uno que use la novela como quiera”.
El libro trata uno de los temas más habituales de la literatura española actual y el de la vida en los pueblos, en este caso por parte de una persona que también decidió en su momento alejarse de la gran ciudad y fijar su residencia en un pequeño pueblo de la provincia de Segovia hace siete años. “A mí me parece una heroicidad ahora vivir en Madrid”, ha comentado al tiempo que ha puntualizado que el motivo de su cambio de residencia no tiene más razón que “estar a gusto” con su vida y “ser feliz”. “No me fui para escribir más o menos”, ha añadido.
Lorenzo también ha puntualizado que le parece bien cualquiera que decida irse a vivir a otro lugar por voluntad propia, pero ha asegurado que le parece “dramático” que haya gente que se vea forzada a hacer cosas que no quiere hacer.
En todo caso ha reiterado que la novela de Los asquerosos de ningún modo es autobiográfica: “No somos la misma persona. Mi vida es un coñazo y la suya (la de Manuel, el protagonista) me interesó lo suficiente como para escribir una novela. Tiene mucha más gracia que la mía, que sólo da para medio folio”, ha puntualizado.
Lorenzo también ha reconocido que el éxito de su novela ni le ha cambiado nie n la forma de ser ni en la de escribir. “Queda muy mal que yo lo diga, pero la verdad es que no me ha afectado. Yo no noto ni un sólo cambio en mi vida”, ha explicado.