No hay campo fácil, no hay rival asequible. Así es la División de Honor de Rugby 2019/2020, donde tras solamente un mes de competición todos los equipos conocen ya la derrota. El VRAC puede contar que salió victorioso de la cuarta jornada, pero volvió a llegar al final de su partido frente al UBU Colina Clinic con el encuentro muy abierto y por decidir.
El comienzo del duelo estuvo protagonizado por las imprecisiones en ambos equipos. También en un VRAC al que le costó encontrarle el ritmo al encuentro, errático en touch y viéndose por debajo en el marcador al poco de arrancar el mismo. Ensayó Juan Pablo Guido y no perdonó David Weersma. El VRAC, por suerte y actitud, reaccionó de inmediato y apenas dos minutos después de la marca de Guido sumaba sus primeros siete puntos gracias a Baltazar Taibo y a Gareth Griffiths, certero en su primera patada. Con la igualdad en el electrónico de San Amaro se llegó al ecuador de la primera parte, de alternativas para ambos equipos y con el UBU Colina Clinic sintiéndose fuerte al tratar de tú a tú al actual campeón. Una buena recuperación de Pedro de la Lastra, sumada a una gran acción individual de Tani Bay, dejó el segundo ensayo quesero, en un momento clave para abrir diferencias y no sentirse obligado a ir a remolque. Pero antes del descanso pasarían más cosas, incluida una acción de muy mala fortuna para el Quesos. Un puntapié al intentar pasar un castigo de Weersma rebotó en el palo y favoreció a Aparejadores. Sergio Molinero ensayó para poner por delante a los burgaleses, ventaja que de nuevo les duraría tan sólo unos minutos, ya que Gabriel Vélez situaría antes del intermedio el 14-17. Antes de que Iñaki Muñoz señalase el camino a vestuarios, UBU Colina Clinic apretó y el VRAC se obligó defensivamente, abortando la última acción ofensiva de los locales.
Ya en el segundo tiempo y tras una pequeña tregua entre ambos conjuntos, el VRAC le fue cogiendo el punto al partido y al rival, creciendo en juego y sensaciones. UBU, no obstante, mantuvo el tipo, aunque se vio empequeñecido con la amarilla a Albaneda que les dejaba 10 minutos en inferioridad. El Quesos no dejó pasar la oportunidad de aprovechar la superioridad numérica y Paila puso tierra de por medio con un ensayo que cerca estuvo de ser de Baltazar Taibo. Tras la marca, Diego Merino rotó a toda la primera línea azulona.
Entró entonces el partido en una fase en la que el VRAC hizo las cosas más difíciles de lo que debía. Y consecuentemente le dio vida a Aparejadores, que pasó un castigo y se puso a un ensayo transformado del empate. Griffiths intentó con un puntapié desde el centro del campo recuperar la ventaja de más 10 puntos, pero el pateo se quedo corto. Lejos de atrincherarse y verse acosado por los burgaleses, el VRAC fue a por más, a por el punto bonus ofensivo que tan caro se vende esta temporada. Y lo consiguió en una jugada que dejó un bonito pase de Pedro de la Lastra a KaloKalo Gavidi.