La 8 Valladolid celebra su X aniversario con una gala multitudinaria
Un Teatro Calderón abarrotado volvió a impregnarse de glamour, profesionalidad, humor, música y magia con motivo de la gala que, en su X aniversario, organizó La 8 Valladolid para presentar su programación 2019-2020.
En una magnífica puesta en escena fueron apareciendo todos los profesionales que cada día consiguen llevar a los hogares vallisoletanos la amplia programación de la cadena televisiva, que desde hace veinte años emite en Valladolid y provincia, aunque con el nombre de La 8 lo hace desde la unión de ambas empresas en 2009.
Ese año nació RTVCyL en sus dos variantes: La 7 a nivel regional y La 8 a nivel de cada provincia.
No hubo personalismos en las intervenciones. Sí unión como una piña; desde el director (Florencio Carrera) hasta los técnicos (cámaras, montadores, sonido, continuidad, etc.) que, aunque no dan la cara, son imprescindibles. Como el departamento de publicidad, el de redacción, el de administración, recepción, maquillaje, etc. Todo ello fue ofrecido en una gran pantalla, mostrando una gran dosis de sensibilidad hacia los que “no salen en la tele”.
La 8 Valladolid dio una sensación de familia bien avenida. De buena salud televisiva. Se anunciaron nuevos programas y series propias que estamos seguros tendrán gran aceptación entre los televidentes, que son muchos. Y se recordó lo más interesante en esos dos lustros bajo el lema: ¡10 años contigo!
Y, entrando en detalles de la gala en sí -a lo lúdico me refiero- se han superado a sí mismo. Luz, sonido, escenografía, puesta en escena; realización en sí. Todo superado ampliamente con relación a otras ediciones, porque los números ofrecidos fueron de gran calado y de gran atracción para un público entusiasmado.
No hubo momentos para el bostezo. Todo transcurrió de forma pausada, pero ininterrumpida. Hasta los espacios publicitarios -obligados por la retransmisión en directo- tuvieron su interés, donde tres bellezones de la Casa dieron la cara.
Belleza, armonía y delicadeza fue la actuación de la Escuela Profesional de Danza de Valladolid, con música de la guitarra de Raúl Ol¡var.
Y entre las actuaciones no faltaron pantallazos con saludas teatralizados de las instituciones a modo de felicitación hacia La 8 Valladolid. Eso nos evitó el tradicional discurso de los políticos (con la que está cayendo…). Inteligente decisión del guionista.
Sí ocuparon las primeras filas junto a los directivos de la cadena el alcalde, Oscar Puente y el flamante presidente de la Diputación, Conrado Iscar, amén de otras autoridades provinciales.
No faltaron numerosos alcaldes de la provincia: Blanca Martín (Nava del Rey), Guzmán Gómez (Medina del Campo), Luis María Martín (Iscar), Miguel Angel Oliveira (Tordesillas), Alfonso Romo (Pedrajas) y otros a los que no pudimos saludar.
La actuación estelar de la noche con el mago Yunke sobrecogió y sorprendió al auditorio. Increíbles números los que realizó este campeón de magia mundial que prepara un espectáculo en Ifema-Madrid las próximas navidades.
Luego vendría una actuación magistral de Didi Rodan manejando la arena como dibujo. Y el humor musical llegó con Ladi Veneno, cuando todos los intervinientes se encontraban de despedida.
Fue, sin duda, el colofón de una noche mágica, en toda la extensión de la palabra, con un final feliz donde los platos de jamón de Guijuelo, entre otras exquisiteces, abundaban en el Salón de los Espejos.
Dicho esto, debo ser sutil con la Casa que me acogió durante veinte años. Allá por 1999, en el Polígono de Argales, cuando uno empezaba en esto haciendo programas de toros. Y de eso va mi queja amarga de esta magnífica gala: “no me han dado ni un pitón”.
Expresión ésta muy taurina que alude a la falta de festejos de los toreros. A estas alturas de mi vida no quiero pedir nada. Soy conformista con lo que me toca vivir. Pero sobre todo ser feliz.
Pero hombre, siquiera una mención a un programa taurino como El Callejón que lleva veinte años en antena, y que ha dado muchas satisfacciones publicitarias y de audiencia…
En fin. Como entiendo que ha sido un lapsus, espero al menos que lo tengan como recuerdo y alguna vez lo saquen de los archivos.
De todas formas ¡Viva la 8 Valladolid y sus moradores! ¡Y Viva el toreo!