El Tribunal Superior de Justicia de Castilla y León ha ratificado la condena de cuatro años impuesta en Valladolid a un varón que en marzo de 2017 trató de agredir sexualmente a una joven en un portal con la que esa noche había salido de fiesta junto con otros amigos.
En su fallo, la Sala de lo Civil y Penal del TSJCyL, desestima el recurso interpuesto por el condenado, el ciudadano de origen búlgaro A.P.Y, y confirma la condena de la Sección Cuarta de lo Penal de la Audiencia de Valladolid, que halló al recurrente autor de un delito de agresión sexual en grado de tentativa y le impuso cuatro años de prisión y la prohibición de acercarse a menos de 500 metros de la víctima, su domicilio o su lugar de trabajo, o comunicar con ella por cualquier medio por el plazo de dos años.
La condena ahora ratificada también le halló autor de un delito de lesiones, que lleva aparejada otra pena de dos meses multa, con cuota diaria de 5 euros, y el pago de una indemnización en favor de la víctima de 4.100 euros y de 101,41 para el Sacyl, según informaron a Europa Press fuentes del Gabinete de Prensa del TSJCyL.
Los hechos se remontan a la madrugada del día 11 de marzo de 2017, cuando el procesado, A.P.Y, con antecedentes penales no computables, había estado de fiesta con un grupo de personas entre las que se incluía la víctima, a quien había conocido esa noche.
En un momento dado, sobre las cinco de la mañana, ella decidió irse a su domicilio y cuando caminaba sola hacia el mismo fue abordada por el acusado, que se ofreció a acompañarla a casa.
Ya en el portal, al abrir la puerta, la joven se despidió y cuando hizo ademán de abrir la puerta el procesado se lo impidió diciéndole: "¡Te quiero follar!", a lo que ella se negó, momento en el que se inició un forcejeó entre ambos, sin que ella pudiera impedir que él accediera al portal.
Fue entonces cuando el condenado, con la finalidad de mantener relaciones sexuales, arrojó a la joven al suelo, le bajó los pantalones y la ropa interior, por debajo de las rodillas, y se colocó encima de ella.
Ante esta situación, la mujer comenzó a gritar y entonces él, agarrándola del cuello fuertemente y poniéndole la mano en la boca, le dijo: "¡O te callas o te mato!", pese a lo cual la víctima continuó pataleando y gritando, hasta que unos vecinos del inmueble salieron de su vivienda y pusieron en fuga al agresor.
A consecuencia de lo ocurrido, la mujer resultó con lesiones consistentes en arañazos en la cara lateral izquierda del cuello, así como con una petaquia en el labio superior, para cuya sanidad precisó una primera asistencia médica y dos días de incapacidad.