Ana María Cameno, conocida como la 'reina de la coca', se enfrenta a partir de este martes a un nuevo juicio, esta vez en la Audiencia Nacional y en el que la Fiscalía Antidroga pide para ella 24 años de prisión por vender presuntamente en 2014 más de 100 kilos de cocaína por unos 15 millones de euros que blanqueaba a través de transferencias a Panamá.
En el escrito de acusación, el Ministerio Público acusa a Cameno de un delito contra la salud pública, otro de blanqueo de capitales y otro de tenencia ilícita de armas, los mismos a los que se enfrenta José Ramón Mora Parra, su pareja, para quien se solicitan 21 años de cárcel.
Pero ellos no serán las únicas personas que se sentarán en el banquillo de los acusados en el juicio que comienza el martes: otros 11 presuntos miembros de la organización de Cameno se enfrentan a penas que van de los cuatro a los 13 años de prisión, unos por delito contra la salud pública y otros por blanqueo.
Marta Sánchez como pseudónimo
Según el fiscal, Cameno y Mora Parra "disfrutaban de un alto nivel de vida" a pesar de que "no disponían de actividad económica real desde 2012". Habían adquirido distintos inmuebles y vehículos y disponían de dinero en efectivo, "extremos todos ellos de todo punto incompatible con la ausencia de ingresos". Usando el pseudónimo de 'Marta Sánchez', la conocida como 'reina de la coca' ocultaba su identidad para sus compras, entre las que se incluyen más de 50.000 euros en joyas.
El escrito de conclusiones provisionales de la Fiscalía Antidroga comienza su relato en noviembre de 2013, cuando los investigadores tuvieron conocimiento de que Ana María Cameno "continuaba desarrollando actividades encaminadas a la distribución y venta a terceros de cocaína".
Con este propósito, mantenía contactos regulares tanto con suministradores como con los encargados del transporte de la droga, mientras que Mora Parra se ocupaba de los pagos correspondientes a las ventas así como de los contactos con la red que garantizaría la ocultación de los fondos.
Los investigadores supieron de un primer transporte efectuado por uno de los acusados, Miguel Ángel López Palencia, el 31 de julio de 2014, cuando fue detenido en la sierra de Madrid con el coche cargado de 19 paquetes de cocaína con un peso total de 18 kilos y valorados en casi tres millones de euros.
El 2 de septiembre siguiente se efectuó el transporte de otros cinco kilos de cocaína aproximadamente, tal y como comentaron los días siguientes Cameno, su pareja y el encargado de distribuir el material entre los clientes de la organización en Alicante.
Registros en Madrid y Valladolid
Las vigilancias de los investigadores permitieron averiguar que se había programado otra operación de entrega y transporte para finales de ese mes, por lo que ya se procedió a la detención de los miembros de la organización y registro de los vehículos e inmuebles de que disponían en varias provincias.
Así, en la casa de Cameno en el municipio madrileño de Majadahonda los investigadores se incautaron de 49 paquetes que contenían 44 kilos de cocaína por un valor de 5,8 millones de euros, así como una pistola marca Baikal con silenciador, 28 teléfonos móviles, una báscula de precisión y una prensa hidráulica con moldes.
En el interior de un vehículo todoterreno se descubrió un compartimento oculto tras los asientos traseros y el suelo del maletero en el que había 41 paquetes, de un tamaño y peso semejante a los anteriores, que contenían cocaína por un valor de casi seis millones de euros.
Y en la finca La Aceitera, situada en la localidad de Medina del Campo (Valladolid), fue detenido otro presunto miembro de la organización e intervenida distinta documentación de Cameno y Mora Parra, así como dos envoltorios de plástico ocultos bajo tierra en la nave exterior y que contenían más de 800 gramos de cocaína.
Transferencias a través de Bandenia
Según la Fiscalía Antidroga, Ana María Cameno y su pareja encargaron a una persona de confianza que contactara con David García Asenjo, quien "disponía de un entramado financiero y societario para facilitar la ocultación" de los fondos derivados de la venta de la droga y poder proceder a su lavado para integrarlos en el circuito legal.
David García Asenjo y Guillermo Guadalix recurrieron a Jesús Gil Martín, quien contactó a su vez con José Miguel Artiles, director de la entidad Bandenia Banca Privada, para que hiciera la transferencia a Panamá del dinero de la organización de Cameno. Se da la circunstancia de que Bandenia está investigada en otro procedimiento abierto en la Audiencia Nacional en relación con el blanqueo de capitales procedente de actividades ilícitas como estafa, delitos contra la hacienda pública o narcotráfico.
Gil Marín trató de confirmar cuatro transferencias que sumaban 409.700 dólares, pero sólo se pudo confirmar la efectividad de una de ellas, concretamente de 54.000 dólares. Tal y como consta en el escrito de acusación, Cameno y Mora Parra "mostraron su malestar e incluso se dirigieron en tono intimidatorio" a García Asenjo, por lo que éste y Guadalix procedieron a hacer las gestiones para devolver el dinero.