El vallisoletano C.A.A.B. acusado de un delito de abusos sobre un menor de 14 años, con quien mantuvo relaciones íntimas plenas en distintos encuentros sexuales entre octubre y marzo de 2016, ha asegurado que los contactos fueron plenamente consentidos por la supuesta víctima de quien, según ha puntualizado, creyó que contaba con 16 años.
Así lo ha sostenido durante el juicio, a puerta cerrada, celebrado este martes en la Audiencia de Valladolid, donde, pese a tal alegato, la fiscal del caso y la acusación particular han mantenido invariables sus peticiones de pena que podrían conllevar el encarcelamiento del encausado por espacio de 13 años como autor de un delito de abuso sexual y de otro continuado de abuso sexual, según informaron a Europa Press fuentes jurídicas.
Durante la vista, en la Sección Cuarta de lo Penal, tanto el procesado como el menor han coincidido en que las relaciones fueron mutuamente consentidas y además el primero de ellos, de 32 años cuando ocurrieron los hechos y con un coeficiente intelectual límite, ha insistido en que en momento alguno supo la edad real de su compañero de juegos.
De hecho, ha explicado que la víctima, de origen ecuatoriano, le remitió un whatsapp en el que refería tener 16 años y, además, creyó que era mayor de edad, tanto por su constitución física como por haberse registrado en la red de contactos Badoo, que exige la mayoría de edad para ello.
Por tal motivo, la defensa ha pedido un fallo absolutorio en aplicación del artículo 14 del Código Penal, relativo al error invencible, y subsidiariamente una pena mínima de dos años de prisión si la Sala entendiera que dicho error es vencible.
"No sabía la edad del denunciante, lo único que hay es ese whatsapp en el que éste asegura que tiene 16 años y todo lo demás son meras especulaciones", ha apuntado a Europa Press el defensor del procesado.
Frente a ello, las acusaciones han mantenido su petición de condena, que incluye, en el caso de la pública, la prohibición por espacio de 23 años para ejercer cualquier profesión u oficio que conlleve contacto regular y directo con menores, prohibición de aproximarse a la víctima a una distancia no inferior a 500 metros y a no comunicar con ella por un tiempo de 17 años, junto con libertad vigilada durante cinco años una vez salga de prisión, la realización de un curso de educación sexual y el abono de una indemnización de 6.000 euros.
Los hechos se remontan al 23 de octubre de 2016 cuando el acusado y la supuesta víctima entablaron contacto a través de la red social Badoo y prosiguieron luego en Facebook y por whatsapp, en cuyo transcurso el primero, según sostienen los acusadores, llegó a conocer que su interlocutor tan sólo tenía 14 años, pues éste le mencionó incluso su año de nacimiento.
Para eludir el control que la familia del menor pudiera ejercer, el presunto pedófilo entregó al menor un teléfono móvil y una tarjeta prepago para que los utilizara como medio para comunicarse con él e intercambiar archivos y comentarios de contenido sexual.
En este contexto, la acusación pública entiende probado que C.A.A.B. llegó a concertar seis citas con el menor, al que recogía con su coche en el colegio y quien, presuntamente, llegó a practicarle sexo oral un día que se detuvo en un parque de Valladolid, aunque también llegaron a mantener relaciones plenas en fechas distintas en el domicilio de la víctima.
La relación concluyó el 4 de noviembre de 2016 cuando el padre del menor descubrió el teléfono móvil que éste ocultaba y halló dos fotografías de dos varones que no conocía. Fue entonces cuando acudió al instituto donde estudiaba su hijo y pudo comprobar cómo éste, a la hora del recreo, se introducía en una furgoneta con dos adultos y regresaba al centro escolar más tarde.
Ante ello, el progenitor del chico formuló denuncia ante la Fiscalía de Valladolid el día 11 de noviembre de ese año.