La Audiencia de Valladolid sienta en el banquillo este miércoles, 15 de enero, al que fue titular del bar '12+1', Pedro S.C, al que acusa de urdir varias operaciones para adquirir en 2014 dos turismos Mercedes, dejar de pagar las cuotas a la financiera y revenderlos a un tercero para obtener fondos con los que reflotar su negocio de hostelería.
En su escrito de calificación provisional, Fiscalía solicita para el encausado una condena de cinco años de prisión y multa de 3.600 euros por un delito de estafa agravada continuada de estafa, según informaron a Europa Press fuentes jurídicas.
Por estos mismos hechos ya fueron condenados a seis meses de cárcel el que fuera cocinero de este mismo bar, Laureano de la R.S, y la camarera y pareja del hostelero, Matilde B.H, quienes en 2017 no compartieron banquillo con el anterior ya que el ahora encausado, de quien sus empleados se declararon víctimas, se encontraba por aquellas fechas en paradero desconocido y se decretó orden de busca y captura contra él.
En concepto de responsabilidad civil, la acusación pública interesa el pago de indemnizaciones por importe global de 51.000 euros en favor de la entidad Santander Consumer Finance, de ellos 21.000 entre Pedro S.C. y Laureano de la R.S. y otros 29.432 de forma conjunta y solidaria entre el hoselero y Matilde B.H, cuantías correspondientes al importe de los dos turismos.
En el fallo condenatorio de los empleados del ahora acusado, el tribunal consideró probado que ambos eran plenamente conocedores de que cuando suscribieron los contratos de adquisición de los vehículos dejarían de atender los pagos de las letras y luego venderían los mismos con el fin de obtener fondos con los que refinanciar el establecimiento hostelero, al encontrarse éste con problemas económicos.
Durante el juicio, los condenados, que se exponían a penas de un año de cárcel, coincidieron al apuntar al hostelero como el 'cerebro' de las dos adquisiciones de los turismos Mercedes en las que ambos se prestaron a figurar como adquirientes confiados en que los importes, de unos 30.000 euros por vehículo, iban a ser afrontados.
En su alegado exculpatorio, tanto el cocinero como la camarera explicaron que Pedro S.C. les pidió que firmaran los contratos de adquisición de los vehículos con Santander Consumer Finance con la idea de revenderlos luego y así poder afrontar el pago del traspaso del '12+1'.
"Confiamos en él porque también nos dijo que se encargaría de pagar las cuotas a posteriori ya que estaba pendiente de percibir de Heineken unos 35.000 euros por instalar un grifo de cerveza en el local", apuntó el cocinero, quien, al igual que la camarera, mantuvo que no había sacado un euro de beneficio y que se limitó únicamente a firmar el contrato, sin que se subiera al Mercedes más que para sacarlo del concesionario.
Los coches están en Francia
Los dos condenados reconocieron que tan sólo se afrontaron las primeras cuotas del contrato de financiación de los dos coches, sufragadas por el procesado ausente, y negaron conocer el posterior destino de los Mercedes, cuya última pista se perdió en Francia una vez revendidos, venta en la que, según refieren, no participaron porque "todo lo llevaba Pedro". También aseguraron desconocer la ilicitud de vender los coches porque sobre los mismos pesaba una reserva de dominio en favor de la financiera.
Tanto el cocinero como la camarera, que incluso carecía de carné de conducir, también reconocieron que para aparentar capacidad económica de los adquirientes se facilitaron nóminas convenientemente "engordadas", aunque alegaron que no se enteraron de ello hasta que fueron llamados a declarar por la Guardia Civil.
"Era consciente de que asumía el pago de las letras y no iba a poder afrontarlas, pero confiaba en Pedro y en la promesa de éste de que no iba a haber problemas puesto que él se encargaría de pagarlas", reiteró el encargado de la cocina del bar.