Es una de las siete salas que Paco Martínez ha ido dedicando a personajes vallisoletanos a lo largo de la existencia de este emblemático restaurante desde que se hiciera cargo en 1982. Paco siempre fue un buen aficionado a los toros. Ahora anda de recuperación tras un ictus transitorio, pero volverá a la carga porque la restauración es su pasión y su vida desde muy jovencito.
La sala se encuentra en lo que lo que fue la primera Criolla, y comparte espacio con la de Concha Velasco. En esta, Paco se esmeró con la ayuda del diestro pucelano, quien le cedió un vestido de luces y uno campero de su tío Fernando Domínguez. Ambos se encuentran en sendas vitrinas expuestas en la citada sala.
Diversas fotografías familiares de Roberto Dominguez cuelgan de las paredes del comedor, además de varios cuadros taurinísimos, entre ellos uno de Cuadrado Lomas y otro de mi paisano de Villarrobledo Pepe Núñez-Cortés (†).
Completan el mosaico taurino algunos carteles de toros como el de la alternativa de Roberto en Palma de Mallorca en 1972. O el de la encerrona en Las Ventas con victorinos en 1989 en la Corrida de la Prensa, además de la cabeza de un toro de Peñajara lidiado por el diestro vallisoletano en la plaza de Valladolid.
Hay una fotografía que destaca y a la que Paco le tiene un cariño especial. Se trata del brindis que le hizo Roberto en su despedida de Valladolid. Un mes más tarde, el 12 de octubre de 1992, Domínguez se cortaría la coleta definitivamente.
En fin, un sitio que merece ser visitado por los amantes de la Fiesta. Aprovechamos para desearle a Paco Martínez una pronta recuperación.
GALERÍA DE FOTOS: NATALIA CALVO