Sensación agridulce con la que el VRAC Quesos Entrepinares se volvió de Barcelona tras la disputa de la Jornada 14 en la División de Honor. El equipo vallisoletano ganó, principal objetivo en una exigente visita, pero se dejó el quinto punto en el tramo final y después de haber conseguido lo más difícil y que por momentos llegó a parecer imposible: abrir una ventaja de tres ensayos con su rival.
Y es que la primera parte dejó una igualdad que había presagiar lucha hasta el final. La hubo, pero con el quinto punto como objetivo y la victoria prácticamente sentenciada. La visita del VRAC, dados los recientes éxitos queseros, implica desde hace tiempo una complicación extra en las salidas que el conjunto quesero tiene más que asumido. Da igual que el rival esté en un mal momento de resultados o que la situación clasificatoria no acompañe: el Quesos tiene esa vitola de equipo al que todo el mundo quiere derrotar, y esa sensación se vivió en los primeros compases en La Teixonera. El Barça salió lanzado y extramotivado, logrando un ensayo que pilló por sorpresa al conjunto azulón y que le obligó a ir a remolque y a meterse de lleno en el partido para que la empresa no se pusiese excesivamente cuesta arriba. Así que los de Merino se aplicaron el cuento y reaccionaron, llevando el juego a campo contrario y encontrando el premio a la rápida respuesta con una marca de Axel Papa que no encontró transformación en las botas de Álvaro Ferrández.
El partido entró entonces en una fase de igualdad y de juego alterno en ambas partes del campo, con las defensas aplicadas y sin que ningún equipo terminase de definir sus acciones ofensivas. El VRAC, no obstante, sabía que quedaba mucho partido para vaciarse, mientras que el Barça parecía echar el resto sin que el Entrepinares se desarbolase. Poco antes del descanso se empezó a percibir lo que sería el segundo tiempo, de mayor dominio de los de Diego Merino. De hecho, el Quesos se fue frustrado al intermedio tras no poder conseguir su segundo ensayo en largo ataque que tuvo de todo y en el que la marca estuvo realmente cerca. Un fallo en touch echó por tierra la buena oportunidad del VRAC, que afrontó el inicio del segundo acto por debajo en el marcador.
Pese a la intentona fallida antes del asueto, el VRAC mantuvo la ofensiva durante los primeros compases de la segunda parte. Salió más fresco y suelto que un Barça que dudó y lo pagó caro. En apenas 10 minutos, el VRAC hizo gran parte de los deberes para volver a Valladolid con una victoria. En un abrir y cerrar de ojos, Tani Bay en dos ocasiones y Guido Albertario sumaron 15 puntos que, sumados a una transformación de Ferrández, llevaban el marcador a un clarificador 7-22 que otorgaba el premio máximo al Quesos. El Barça sabía que aspirar entonces al triunfo era una utopía, pero no renunció al bonus ofensivo y fue eso lo que terminó por hacer daño al VRAC, que con el ensayo de Granell se quedaba sin el bonus. Con 8 minutos por delante, el VRAC lo intentó sin mucha inspiración y cerca estuvo de lograr otro ensayo que devolviese las cosas a su sitio, pero el partido acabó en campo propio y asumiendo un triunfo que le vale al Quesos para seguir una semana más como líder de la División de Honor.