“Son ya 16 ediciones consecutivas y cada año hemos ido mejorando y depurando errores. El resultado es una recreción de alta calidad. Hay mucho trabajo por detrás. Un trabajo constante del Centro de Iniciativas turísticas de Tordesillas, con cerca de 300 voluntarios, vecinos de la localidad, que participan y se involucran para que todo salga bien. Acaba por ser un homenaje de los vecinos de Tordesillas a su Reina”, nos cuenta el alcalde de la localidad vallisoletana, Miguel Ángel Oliveira, en declaraciones a NoticiasCyL Valladolid, y antes del comienzo de la representación.
A eso de las 19.15 horas, el primer edil del municipio vallisoletano, junto a Nuria Duque, diputada provincial de Turismo, y el delegado territorial de la Junta de Castilla y León en Valladolid, Augusto Cobos Pérez, se agolpaban junto a la Iglesia de Las Angustias para comprobar, de primera mano, como el municipio se llenaba de gente, poco a poco, para ensalzar el valor histórico del lugar en una tarde en la que la lluvia ha respetado.
“Tordesillas se engalana siempre para recibir a la Reina Juana. Es un día muy importante para nosotros. La gente disfruta y la llegada de la Reina queda siempre en el corazón de los visitantes. Nuestra localidad es una Villa de Reyes. Aquí había una residencia real. Que la Reina de Castilla pase en nuestro municipio 46/55 años es algo muy valioso. Hay que dar a la representación la importancia que merece”, añade el alcalde.
A Mónica Redondo Reguera, de 29 años, y que habló el pasado miércoles con este periódico, le ha correspondido el honor de interpretar a la Reina Juana I de Castilla, mientras que Elsa Vergara Sánchez se ha metido en el papel de su hija Catalina de Austria en esta 16ª edición que ha sido todo un éxito.
El momento histórico que hemos podido vivir en la tarde de hoy narra la llegada de la Reina Juana I de Castilla a Tordesillas, allá por el año 1509. Juana va acompañada por su padre, Fernando el Católico y custodiada además por su guardia personal, los Monteros de Espinosa, además de por su hija Catalina y un séquito que completan sus damas de compañía con el personal de palacio y los restos mortales de su esposo, Felipe el Hermoso, protegido por los monjes que alumbran con antorchas su paso. A eso de las 19.30 hemos podido apreciar la belleza de la Reina, a la entrada del séquito que ha parado a la orden de la Reina.
De ahí hasta la Puerta de la Villa, con el transcurrir de todos los personajes anteriormente citados. En la Plaza Mayor, los vecinos se han asomado por los balones para comentar el trasiego en el lugar ante la llegada de la Reina. Daba gusto respirar a historia en el epicentro del municipio tordesillano.
En la Puerta del Foraño, Hernando de Tovar, capitán de los Monteros, ha dado orden para abrir las puertas, entrando la comitiva hasta el recinto amurallado de la villa y antes de llegar a la Plaza Mayor, donde el cortejo se ha detenido. La Reina ha comenzado a dudar de las intenciones de su padre y ha ordenado volver a Burgos, ante lo que Fernando el Católico ha tratado de convencer a su hija de quedarse en Tordesillas.
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La acción de una representación de quilates ha finalizado en un marco espectacular como el Palacio Real donde la Reina, en una gran interpretación de Mónica Redondo, ha recordado sus vivencias más dolorosas antes de entrar al Palacio Real, donde llegaría a permanecer un total de 46 años.
“Lo que pasó en Tordesillas fue muy importante no solo para nuestra localidad, sino para toda España. Lo que buscamos es el disfrute de la gente y que volvamos a sentir, durante estos minutos, lo que se vivió hace 500 años, lo que vivieron nuestros antepasados”, nos cuenta orgulloso el alcalde, Miguel Ángel Oliveira.
Una noche mágica, cargada de historia, pasión y significado en Tordesillas, un lugar que se ha llenado en honor a la Reina Juana I de Castilla.