En la mesa del coloquio se reunieron las tres partes necesarias para la celebración de un festejo taurino: el toro, el torero y la empresa. Y enfrente una sala abarrotada de público en un ruedo imaginario. Otra lección más del buen hacer de una asociación modélica como es La Empalizada. Brillante Juan García Tejedor que moderó una mesa que no era fácil de “lidiar”.
Y nosotros, con estas líneas, añadimos la quinta parte de ese festejo imaginario a través de la crónica taurina. Así pues, nuevo éxito de la asociación de Montemayor, que volvió a reunir a un público fiel en la XIII edición de sus jornadas taurinas.
Aún recordamos con agrado aquellas novedosas tertulias taurinas en el “Cine Arenas”…
Ahora las jornadas se han modernizado, celebrándose en la sala “Vértice” que reúne el “tres en uno”: coloquio, aperitivo-vino español para los asistentes, y posterior cena en La Martina (con carácter restringido), a la que se accede por la misma sala. Por consiguiente, las jornadas se han humanizado, hay más calor y cercanía que antaño.
Imagen: Natalia Calvo
Sin olvidar a un colaborador de lujo como es Óscar y su familia. Me refiero al Bar La Torre; parada obligada donde obsequian a los contertulios y llegados, además de un regalo en forma de vino.
Al grano. La jornada de ayer fue completísima por lo que hemos detallado acerca de las partes necesarias para la celebración de un festejo taurino. Todo ello imaginario, claro. Pero el graderío -léase asistentes al acto- se lo pasaron en grande por todo lo que aprendieron y asimilaron desde la mesa.
Un diestro como el ledesmino López-Chaves, que derrochó simpatía por doquier, causó una gran admiración y devoción. Su veteranía y sus últimos éxitos tras 22 años de alternativa lo han rejuvenecido y le han dado un aire nuevo para reeditar triunfos. Sinceridad en la plaza y en la calle del torero salmantino.
Por su parte, el que fuera rejoneador y actual propietario de los míticos saltillos, Joaquín Moreno Silva, dio amplios detalles de la ganadería que adquiriera su abuelo, el terrateniente cordobés Félix Moreno Ardanuy en 1918. Un legendario hierro que data de 1845.
Licenciado en Ciencias Políticas, este veterano hombre de negocios, que vino acompañado por su hijo Álvaro, fue muy crítico y habló claro y conciso sobre el estado actual de la fiesta. Lo entendió perfectamente la abarrotada sala.
Moreno Silva, de apariencia sobria y adusta, resultó un personaje ameno, irónico y ocurrente poniendo la sonrisa en el público durante sus intervenciones. Tras el acto firmó el libro dedicado a su ganadería: “Saltillo II, aniversario y esperanza”, ejemplares que se agotaron enseguida. Las Ventas y Francia ya anuncian para esta temporada las corridas de Saltillo.
Nacho de la Viuda, un joven gestor taurino vallisoletano en pleno éxito, gracias a su excelente labor como gerente de Tauroemoción, fue atentamente escuchado por un público ávido de aprender todo lo relacionado con el mundo empresarial taurino. Habló de los dos festivales celebrados en La Flecha y Aranda, así como de las casi veinte plazas de toros que gestiona su grupo y de la cuadra de toreros y rejoneadores que lleva la empresa que representa.
También destacó su nueva labor como apoderado independiente tras firmar contrato con la rejoneadora lusa Ana Rita, en sociedad con el empresario salmantino José Ignacio Cascón.
Entre los asistentes al acto pudimos saludar a los ganaderos Pepe Mayoral e Ignacio López-Chaves, primo carnal del torero que se fue encantado de su visita a Montemayor. Buena gente Nacho. No faltó a la cita el alcalde Iván Velasco, ni Pedro Tejedor, padre político de Nacho de la Viuda.
También acudieron al acto el ganadero de El Raso de Portillo, Juan Sagarra Gamazo, quién junto a la veterinaria Rosa Sedano (Peña Taurina Palentina) intervinieron con acierto en el turno de preguntas recibiendo una ovación del público. No faltaron los buenos aficionados Raquel y Cholo, los criadores de berrendos en colorado de Tudela de Duero.
Y a la cena de La Martina se unieron Felix Salgado y Cesar Redondo, medinense y portillano respectivamente, y muy allegados a La Empalizada. Qué decir de las excelentes viandas que Susi y María Isabel, junto al equipo de cocina, nos sirvieron en otra jornada memorable.
A saber: Pucheruelos en revuelto. Croquetas de trompeta y cecina. Calamares de La Martina (del mundo mundial como las califica Susi) y jamón ibérico con pan con tomate. Segundos a elegir: rabo de toro, entrecot, bacalao a la naranja y pato confitado. Postres: helado de piñones con torrija caliente y miel. Suculento todo ello junto al tinto ribereño y el rosado de Cigales... con gaseosa.
Eve Martín Calvo, la hija de Alberto y nuestra gráfica Natalia, lo pasó en grande en su primera asistencia a un coloquio y por las atenciones permanentes que le ofrecieron las buenas gentes de La Empalizada que lidera Raúl Redondo.
María José, Gema (que llegó con su hijo Gonzalo pero enseguida se recogió), Javi, Diego y Mónica, el nuevo “fichaje” de la asociación, todos al unísono en pos de una entidad que cada año se supera gracias al tesón de todos ellos.
GALERÍA DE FOTOGRAFÍAS: NATALIA CALVO