Sorprendió Sánchez el pasado sábado, tras un Consejo de Ministros maratoniano, asegurando en rueda de prensa que peluquerías, tintorerías y lavanderías podían abrir durante los próximos 15 días, los que durará el estado de alarma. De los pocos negocios que podían permanecer abiertos durante el periodo de reestricción generalizada que se daba en el país para frenar al coronavirus.
Sin embargo, en la tarde del domingo, después del mensaje de la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, y de atender a las peticiones de algunos de los presidentes autonómicos tras la reunión matutina, el presidente del Gobierno iba a dar un paso atrás, para informar de que finalmente las peluquerías permanecerán cerradas.
Nosotros charlamos con Ángel y Fernando, hermanos y que regentan el establecimiento que lleva por nombre ‘Maestro Peluqueros’, en Valladolid, para hablar sobre el anuncio del sábado de Sánchez y su rectificación del domingo, después de las críticas que había generado esta decisión.
Pregunta. El anuncio de Pedro Sánchez el sábado de mantener abiertas las peluquerías mientras durara el Estado de Alarma causó un gran revuelo, ¿Se lo esperaban?
Fernando. No. Nadie nos había asesorado sobre el protocolo a seguir con los clientes ni a qué nos exponíamos los profesionales.
Ángel. No. Era incomprensible. La incompetencia del Gobierno está más que demostrada.
P. Al final se decía que esta era una medida asistencial y que estaba pensada para las personas que no pueden lavarse el pelo solas porque tienen discapacidad o problema. Explíquenme.
Fernando. En ese caso se tendría que haber valorado cuál es la mejor solución para cada caso y discapacidad.
Ángel. La propia discapacidad de estas personas indica sus problemas. Hay que ver cómo resuelven estas personas sus problemas de higiene diarios. No es aceptable que nos hagan asumir riesgos de contagio con esta excusa. Estas personas, durante todos los días, tendrán un profesional que les cubra todas las medidas higiénicas. Por hacer el lavado de cabeza no tendrían problema.
P. ¿Tenía sentido el sábado la medida de dejar abiertas las peluquerías?
Fernando. No tenía sentido mantener las peluquerías abiertas ante la amenaza del coronavirus. Se puede retrasar un servicio de peluquería 15 días aunque no guste ni a cliente ni a profesional.
Ángel. Para nada. Si las principales medidas son para evitar el contacto humano, la peluquería tiene un riesgo total de contagio y propagación del virus.
P. ¿Cómo valoran que el presidente haya cambiado de opinión y finalmente se cierren las peluquerías?
Fernando. El cambio nace de la pobre gestión y de hacer las cosas al revés. El presidente tenía que haber consultado antes esta decisión con los presidentes autonómicos.
Ángel. Rectificar es de sabios. El error habría sido garrafal y hubiera aumentado el número de contagios. Esperemos que incluya a nuestro sector en las medidas de ayuda para sufragar las pérdidas.
P. ¿Cómo ven esta crisis? ¿Les está afectando ya económicamente?
Fernando. A partir de este lunes, cuando la peluquería esté cerrada, lo empezaremos a notar. Hasta ahora no pero sabemos que va a ser difícil.
Ángel. En caso de mantenerse el Real Decreto quedamos fuera de toda ayuda económica. Si abrimos el local con la alerta declarada no va a salir nadie a cortarse el pelo. La imagen, en un momento tan delicado, pasa a ser poco importante. La salud es lo primero.
P. ¿Tienen miedo a un posible contagio?
Fernando. Miedo no pero no hay que ser imprudente ante esta situación. Tenemos que utilizar el sentido común.
Ángel. Nadie está a salvo ante un posible contagio. Lo importante es mantener todas las medidas de seguridad y saber que aún no podemos arreglar el pelo a menos de un metro de distancia.