“La idea del bingo surgió el viernes, después de los aplausos de las 20.00 horas a los sanitarios. Un vecino se encargó de imprimir e ir repartiendo los cartones en los buzones para jugar por la tarde”, nos cuenta Lorena, una vecina.
La curiosa iniciativa se dio en la localidad vallisoletana de Arroyo de la Encomienda, concretamente en en la Urbanización La Vega, en la Avenida Colón, y sirvió para que todas estas personas pasaran un rato ameno y divertido en pleno confinamiento.
Tras la partida se procedió a dar el merecido homenaje con esos aplausos de las 20.00 y de nuevo y esporádicamente se cantó el conocido “¡Hola Don Pepito, hola Don José!”, con efusividad.
Iniciativas para pasar este complicado encierro por el coronavirus.