La Audiencia de Valladolid ha ratificado la condena de doce años y nueves meses de prisión para un varón como autor de cuatro asaltos con violencia registrados en la capital entre los días 8 de abril y 6 de agosto de 2019, dos de ellos cometidos en un mismo día.

La sentencia de la Sección Segunda de lo Penal de la Audiencia Provincial confirma sí en todos sus términos un fallo de idéntico tenor dictado el pasado día 23 marzo por el Juzgado de lo Penal 3 y desestima el recurso del condenado, a quien se impusieron la referida pena de doce años y nueve meses de cárcel--el triple de la más grave impuesta--por tres delitos de robo, uno de ellos con violencia e intimidación, otro con intimidación y uso de arma, un cuarto robo con violencia en grado de tentativa y tres delitos de lesiones.

Además de la pena privativa de libertad y de una multa de 180 euros, el condenado habrá de abonar, en concepto de responsabilidad civil, indemnizaciones que se elevan a 18.449 euros para resarcir a sus cuatro víctimas, de ellas 2.929 para sufragar los gastos del Sacyl por la atención dispensada a dos de los asaltados, según informaron a Europa Press fuentes del Gabinete de Prensa del Tribunal Superior de Justicia de Castilla y León.

Se ha acreditado que el condenado es consumidor de estupefacientes pero no que tal consumo merme sus capacidades intelectivas ni volitivas ni que exista una patología psiquiátrica que altere, disminuya o elimine las bases psicobiológicas de la imputabilidad.

UNA DE LAS VÍCTIMAS, UN VENDEDOR DE LA ONCE

El primero de los robos se produjo el 8 de abril del pasado año, sobre las 04.30 horas, cuando el condenado, en compañía de una persona no identificada, abordó sorpresivamente a un varón cuando éste se dirigía a su trabajo en bicicleta a la altura del Paseo del Cauce, provocando que éste cayera de la bicicleta.

En esa situación le exigió la entrega de lo que llevara: "¡Dame lo que tengas!", y al negarse verbalmente la víctima recibió un puñetazo que le hizo caer al suelo, donde recibió más golpes y patadas, y al mantener su negativa el acusado esgrimió una pistola simulada consiguiendo vencer su resistencia, apoderándose de 900 euros en efectivo procedentes de la recaudación de su trabajo como vendedor de boletos de la ONCE.

Como consecuencia de los golpes recibidos, el vendedor de la ONCE sufrió la pérdida del incisivo superior derecho, dolor torácico y lumbalgia que precisaron de una primera asistencia facultativa para su curación y 21 días de curación con perjuicio moderado.

El segundo asaltó se registró el 22 de julio del mismo años cuando, sobre las 01.00 horas, la víctima caminaba a la altura de la calle Lepanto con San Quintín tras cerrar su establecimiento 'La cruz blanca', momento en el que fue abordado por detrás de manera sorpresiva.

El condenado le puso un cuchillo de grandes dimensiones en el cuello y le exigió la entrega del dinero, 300 euros, y el teléfono móvil, valorado en 250 euros.

Ese mismo día, a las 03.30 horas, abordó a su tercera víctima en la calle Portillo del Prado al llegar a la altura de la Santa Clara con Cerrada, donde la acorraló contra un escaparate mientras un acompañante del acusado permanecía inmóvil observando la escena. Pidió a esta persona el móvil y la cartera no sin antes propinarle un puñetazo, lo que dio origen a una pelea entre ambos en cuyo transcurso logró quitarle el teléfono móvil por la fuerza.

La víctima sufrió contusiones y hematomas que solo necesitaron de una primera asistencia facultativa y 14 días de curación con perjuicio personal básico.

El cuarto delito se produjo el 6 de agosto, sobre las 04.00 horas, cuando su nueva víctima se dirigía su trabajo caminando en la calle Ramón y Cajal. Allí fue abordado por el delincuente, que, sin dirigir palabra previa, le propinó un puñetazo por detrás a la altura del pómulo que le hizo caer al suelo, donde continuó golpeándole con puños y patadas en la cabeza y diferentes partes del cuerpo.

En esta ocasión logró apoderarse nuevamente de un teléfono móvil valorado en 120 euros y ocasionó a su propietario policontusiones y traumatismo cráneo encefálico con hematoma subdural agudo y fractura nasal, que precisó ingreso hospitalario, estancia en la UVI durante 24 horas con medidas de soporte vital y sutura de las heridas, tardando en curar 35 días.

No se ha acreditado la participación del condenado en otros hechos ocurridos el 9 de julio de 2019, cuando otra persona fue agredida en la calle Menorca y le fue sustraído un teléfono móvil, ni en los del 19 de julio, cuando otra persona fue tirado al suelo en la calle Padilla y un individuo le amenazó con un cuchillo para que entregara el móvil y el dinero.