“Las clases macarras surgen de la idea de seguir trabajando con mis alumnos en la línea del método presencial, es decir, con clases divertidas. Para ello y para atraer a los pequeños, utilicé la palabra clase, que puede tener una connotación aburrida, y la palabra macarra, o lo que es lo mismo, lo no permitido para los niños como es cantar tirado en el suelo, gritar, saltar… en el fondo, disfrutar y reírnos a carcajadas”, nos cuenta Juan Carlos López Rodríguez.
Nuestro protagonista es doctor en Ciencias de la Educación y psicoterapeuta, nacido en Valladolid hace 54 años y que suma 22 viviendo en la localidad vallisoletana de Medina de Rioseco. Precisamente allí, en el CRA Campos Góticos, ejerce como maestro de inglés y para que sus alumnos no pierdan el ritmo, ha planteado una curiosa iniciativa con clases audiovisuales que cuelga en Youtube y también en su blog http://juancarloscorner.blogspot.com/p/thug-class.html.
“Buscaba que las clases fueran divertidas e interactivas. Están dirigidas a niños de entre 3 y 8 años aunque me consta que lo ven tanto pequeños como mayores. Todas ellas tienen tanto marionetas, como juegos, rimas, canciones, cuentos, actividades en movimiento y trucos de magia”, añade nuestro protagonista.
Son 14 las clases completadas y este maestro espera llegar a las 21, dos por semana, los martes y hoy, viernes. En un principio duraban 17 minutos pero se han ido ajustando hasta los 12.
Juan Carlos, en declaraciones a NoticiasCyL Valladolid, asegura que estas clases le exigen “una transformación” ya que “se considera un poco tímido” pero afirma que “lo hace por sus alumnos” y por ellos se pone “camisetas juveniles y macarras que le presta su hijo” con el fin de “disfrazarse” para captar la atención de ellos.
Clase 9.
“La última clase, que tiene un viaje en moto, me parece muy bonita. Hay un viaje en coche en la clase 7 dónde deben hacerse un carnet de conducir. Tenemos dictados con pegatinas que se las pegan a sus madres, cuentos de piratas muy divertidos… Al principio, las clases, las veíamos solo mis alumnos y yo y ahora ya estamos con una media de 3.000 visitas”, afirma el docente.
Con estas clases, los pequeños interactúan con su maestro, le envían vídeos realizando las tareas y los padres acaban poniéndoselas a toda la familia. Clases que han comenzado a emitirse cada viernes, en la hora educativa de Castilla y León Televisión.
Estas clases en inglés “están siendo utilizadas de premio por las madres para sus hijos”, nos cuenta Juan Carlos, que acaban por decir a los pequeños que “primero deben trabajar para después ver esas clases macarras”.
Su hija le ayuda en las actividades o le sugiere alguna y su hijo se encarga del montaje y de aportarle una serie de efectos especiales que convierten estas clases en más amenas y divertidas.
“La verdad es que ha sido una sorpresa, un éxito. El feedback de los alumnos y padres es un verdadero salario emocional”, nos acaba contando Juan Carlos. Vocación auténtica en tiempos de confinamiento, todo por sus alumnos.
Ultima clase.