Aprobado definitivamente el PGOU de Valladolid
Valladolid tiene ya un nuevo Plan General. En el día de hoy, 9 de junio de 2020, se ha recibido la notificación de la Orden del Consejero de Fomento por el que se aprueba definitivamente la Revisión del Plan General de Ordenación Urbana de Valladolid, conforme a la propuesta aprobada por el Consejo de Medio Ambiente, Urbanismo y Ordenación del Territorio de Castilla y León celebrado el pasado 20 de mayo (de forma no presencial), de acuerdo con el documento aprobado en el Pleno Municipal celebrado el 4 de febrero de 2020. Si bien el acuerdo de aprobación deja en suspenso 4 ámbitos del Ministerio de Defensa, y dos pequeñas áreas que se proponían de regeneración (los sectores SE (o) 02-01 y 10-02).
Este nuevo Plan sustituye al denominado “Plan Yncenga”, que se aprobó en 1984, y que tuvo después varias adaptaciones y modificaciones (fundamentalmente en 1996 y 2004). Éste último fue revisado de oficio en 2014, al haberse denunciado irregularidades en su tramitación. El nuevo PGOU también sustituye al Plan Especial del Casco Histórico (PECH) de 1997.
Los trabajos de Revisión del PGOU comenzaron en enero de 2011, y la nueva corporación surgida en las elecciones de 2015 recogió y continuó el expediente, si bien modificó por completo los objetivos y criterios para su desarrollo. Entre ellos se comentan en la aprobación los de propiciar la regeneración y mejora de la ciudad construida, o el establecimiento de políticas municipales en materia de movilidad urbana, sostenibilidad y vivienda (favoreciendo la construcción de viviendas sometidas a algún régimen de protección).
El nuevo PGOU constituye un marco que posibilita y favorece el desarrollo de los proyectos estratégicos de la ciudad, actuales y futuros, entre los que se citan el parque agroalimentario o la integración de la red arterial ferroviaria. Se favorece igualmente la producción energética a partir de fuentes renovables. Y se revisa completamente su normativa, actualizándola y adaptándola al marco legal de aplicación, clarificándola, simplificándola, y sintetizándola. Se revisa también el catálogo existente, arqueológico y de bienes protegidos, estructurándolo ahora en tres categorías: arquitectónico, arqueológico y de patrimonio natural, actualizándolo, y garantizando su coherencia con el resto de las determinaciones de ordenación establecidas.
Con esta aprobación finaliza un largo proceso de definición de un nuevo marco general para la actividad urbanística de la ciudad. Un nuevo PGOU muy esperado tanto por promotores y constructores (pues pauta toda la actividad inmobiliaria y edificatoria de la ciudad), pero también por asociaciones vecinales y colegios profesionales. El Plan se pretende para pensar la ciudad en su conjunto.
Y contempla no solo muchos de los trazados de calles y ordenanzas de edificación y uso del suelo actualizadas, sino que distingue zonas, prevé infraestructuras y otros servicios, dimensiona el espacio y se esfuerza por una ordenación racional de la ciudad. Más adelante tendrán que irse desarrollando planes de detalle como figura intermedia con los proyectos de edificación y urbanización. Pero cuando se cumplen 50 años del primer Plan General que tuvo la ciudad (propio de la legislación urbanística moderna), el denominado Plan de Mesones (aprobado definitivamente por el Ministerio de la Vivienda en 1970), la ciudad cuenta desde hoy con un nuevo Plan para enmarcar su actividad y construir su futuro.