FUENTE: DICYT
Los recipientes cerámicos son uno de los hallazgos más comunes en las excavaciones arqueológicas. Y estimar su volumen es un aspecto relevante, por ejemplo, para conocer sus posibles usos y con ello saber más sobre la vida en el pasado. Un estudio interdisciplinar llevado a cabo por Ana Portillo, investigadora del Instituto de Matemáticas de la Universidad de Valladolid (IMUVA) y por Carlos Sanz, director del Centro de Estudios Vacceos Federico Wattenberg, plantea un nuevo método para calcularlo de manera más precisa.
Calcular el volumen de las vasijas completas encontradas en los yacimientos arqueológicos es relativamente sencillo. Según explica a DiCYT Ana Portillo, se llena el recipiente con agua o, si la pieza es porosa o frágil, con semillas, y luego se transfiere el contenido a un cilindro graduado. Sin embargo, “esto no siempre es posible, sobre todo en el caso de grandes recipientes de almacenaje u otros incompletos o delicados”.
En estos casos, se está recurriendo al modelado 3D a partir de los dibujos técnicos realizados de las piezas, pero este método plantea algunas limitaciones ya que los dibujos no son totalmente precisos, como tampoco lo son las vasijas, de modo que el cálculo computacional puede arrastrar errores. “Incluso en el caso de afamados alfareros como los vacceos, con producciones estandarizadas hechas a torno de manera pseudoindustrializada, se observan vasos cerámicos con deformidades manifiestas o grosores de paredes variables a lo largo de su perfil”, detalla la investigadora del IMUVA.
Este hecho complica los cálculos y es lo que ha motivado la búsqueda de un sistema más exacto. En concreto, plantean aproximar el volumen utilizando varias secciones radiales y no solo una, como se realiza en la actualidad. “La precisión aumenta cuantas más secciones se usan”, señala la matemática, quien detalla que su método considera un número determinado de secciones radiales del recipiente equiespaciadas. “Para cada sección se miden los radios a distintas alturas equiespaciadas y se aplica una regla de cuadratura numérica que da lugar a una aproximación al volumen de revolución generado por esa sección. La media de los valores correspondientes a las secciones radiales equiespaciadas es una aproximación más precisa del volumen”.
Pruebas con una pieza recuperada del yacimiento de Pintia
Para ensayar el método de medición, los investigadores seleccionaron una cerámica denominada pieza 153V, realizada a torno, procedente de una tumba excepcional correspondiente a un individuo juvenil femenino (de entre 13 y 20 años) de la aristocracia vaccea, recuperada de la necrópolis de Las Ruedas, en el yacimiento de Pintia, de finales del siglo II a.C. El Centro de Estudios Vacceos Federico Wattenberg de la UVa trabaja en esta ciudad vaccea, ubicada en el extremo oriental de la provincia de Valladolid, desde hace 40 años.
Los recipientes cerámicos de esta época responden a una estandarización de formas, volúmenes y usos concretos, por lo que más allá de los valores de sus diámetros en boca, máximo o altura consignados tradicionalmente, su volumen constituye una variable cada vez más demandada, bajo la premisa de que su capacidad determina si se trata de recipientes dinámicos, semiestáticos o estáticos, y que las diferentes cabidas pueden responder a determinados patrones de medida establecidos. “Pero el perfil de la pieza 153V no es un simple cilindro, sino que responde a un perfil sinuoso, en el que además se aprecia una marcada deformación, fruto de su manipulación en fresco”, detalla Portillo.
El método propuesto, que considera la media de varias secciones radiales, obtuvo una mejora considerable en la aproximación del volumen de esta pieza frente a la técnica tradicional, que utiliza una única sección. Un método que, además, tendría aplicación en otros campos en los que se necesita calcular el volumen de recipientes o cuerpos de tres dimensiones, por ejemplo, estructuras geológicas en la exploración de reservorios de hidrocarburos o algunos tumores de geometría esferoide.