La Central Sindical Independiente y de Funcionarios (CSIF) de Valladolid reclama "responsabilidad", "prudencia" y "respeto" por las medidas de protección y distanciamiento físico a los ciudadanos, ante los nuevos repuntes de COVID-19 en la ciudad, además de exigir una protección "correcta" para los trabajadores de Sacyl, "a fin de evitar la expansión de rebrotes en los centros hospitalarios".
CSIF explica que en las zonas libres de Covid-19 de los centros hospitalarios se están dando mascarillas quirúrgicas, cuando, a su juicio, se debería utilizar las FFP2 y FFP3 y tratar a todos los usuarios y pacientes como potenciales infecciosos. "Esto es una instrucción de primero de carrera sanitaria", según CSIF, que insiste en que todos los profesionales de Sacyl deberían tener las mismas medidas de protección, "porque todos son de riesgo".
En este sentido pone como ejemplo a los celadores, que se mueven por todo el centro hospitalario, tratan con muchos pacientes y que, por lo tanto, son un vector de transmisión claro, señalan a través de un comunicado remitido a Europa Press.
Asimismo, CSIF avisa de que está empezando a haber "escasez" de guantes en el hospital Río Hortega y que su personal no puede hacer tantos cambios de guantes como sería necesario, una circunstancia que ya ha pasado en otros hospitales de la provincia. "Si no hay protección suficiente no es raro que se contagien los profesionales", añade.
La semana pasada del lunes 15 al viernes 19, en Valladolid hubo 50 nuevos contagios (el fin de semana no se actualizaron los datos). Aparecieron rebrotes en dos residencias de mayores y un pequeño brote en el Hospital Río Hortega. Este último se ha convertido en "preocupante", con 18 positivos ya confirmados, doce de ellos trabajadores del centro hospitalario.
Por ello, CSIF advierte de que no se puede "banalizar". "El peligro y el riesgo de contagio del Covid-19 no han desaparecido. La población se ha relajado, no se siguen las medidas de prevención oportunas para evitar propagar el virus, cuando la distancia de seguridad y el uso de mascarilla son de crucial importancia, para evitar posibles rebrotes u otro repunte con peligro de desbordamiento del sistema sanitario", continúa.
No hacer caso a las indicaciones sanitarias afecta negativamente al personal de los servicios sanitarios y sociosanitarios, que están más expuestos y en contacto directo con el virus, apunta CSIF. "Han terminado los aplausos, ahora nos merecemos un poco de respeto. No se trata de correr, se trata de avanzar", añade.
En Valladolid, de las 2.984 pruebas PCR realizadas a profesionales la sanidad, 422 han dado resultado positivo (datos de 19 junio) y CSIF aclara que un "número importante" de trabajadores de Sacyl se contagiaron y no se les hizo el test. "De haberse realizado test más masivos hace un mes, las cifras podrían haber sido escalofriantes. A lo largo de esta pandemia han sido muchos, cientos, el número de sanitarios con sintomatología compatible con Covid-19 a los que no se les ha hecho el test. CSIF estima cifras muy por encima del 20% el porcentaje de personal de la sanidad infectados, la mayoría enfermeras, médicos y TCAES, pero todo el equipo interprofesional ha sido afectado", explican.
La presidenta provincial de CSIF en Valladolid, María José San Román, recuerda el "tremendo esfuerzo y sacrificio" que han realizado y siguen realizando los profesionales de la Sanidad, que ponen "en riesgo" su vida. "Estos profesionales no se merecen, ahora que parece que estamos ganando al virus, que nos descuidemos y que echemos por la borda tanto trabajo colectivo, con miles de contagiados y cientos de fallecidos en la provincia de Valladolid. Hay que seguir respetando las normas de prevención y protección, aunque estemos ya en la nueva normalidad. El virus sigue entre nosotros", concluyen.