La provincia de Valladolid atesora una belleza tremenda y cuenta con un encanto perfecto para disfrutar en un verano atípico por el coronavirus, eso sí, con todas las medidas de seguridad establecidas para evitar nuevos contagios.

La Diputación de Valladolid presentó el pasado viernes, en Fresno el Viejo, su campaña promocional para atraer turistas que lleva por nombre ‘Provincia de Valladolid. Volvemos a vernos’, que cuenta también con un vídeo en el que se da protagonismo al valor patrimonial, natural y vitivinícola de la zona.

En dicho vídeo nos encontramos con imágenes del Canal de Castilla a su paso por Medina de Rioseco, de la Reserva Natural de las Riberas de Castronuño, un paraíso natural único en toda España y también de la Plaza del Coso de Peñafiel, territorio de vino.

Canal de Castilla en Medina de Rioseco

El Canal de Castilla fue uno de los sueños de la Ilustración del siglo XVIII. Se pretendía crear una red de canales de navegación que facilitasen el transporte de la lana, los vinos y el cereal de la entonces aislada Castilla, principal centro de producción del país, dando salida a los mismos hacia los puertos del norte.

El Canal de Castilla fue declarado Bien de Interés Cultural en 1991, lo que demuestra la importancia de esta grandiosa obra de ingeniería que, en la actualidad, se ha convertido en el único canal navegable de España.

El área de actuación de la Diputación en el Ramal de Campos se sitúa entre la esclusa séptima, próxima a Tamariz de Campos, y la dársena de Medina de Rioseco. El Centro de Recepción de Viajeros en Medina de Rioseco acoge todo tipo de actividades en el Canal: paseos a bordo de la embarcación turística Antonio de Ulloa, alquiler de barca eléctrica y piraguas. Además, proporciona información sobre las posibilidades de turismo activo en el Canal: piragüismo, senderismo o rutas en bicicleta.

La visita a la antigua fábrica de harinas San Antonio, único ejemplo de arquitectura industrial del Canal de Castilla que conserva íntegra su maquinaria original, permite conocer el funcionamiento de la industria fabril surgida en torno al Canal.

El Canal ha creado un hábitat que favorece y protege la vida de muchas especies, las que viven en sus aguas, las que anidan o se alimentan de sus bosques y otras que simplemente se refugian en sus arbustos. Y qué decir tienen la flora y los amplios campos castellanos que originan un paisaje peculiar y digno de contemplar en sus diferentes estaciones, y muy especialmente en otoño, en que el canal alcanza unas tonalidades ocres admirables.



Reserva Natural de las Riberas de Castronuño

Las Riberas de Castronuño aparecen como un espacio natural situado al centrooeste de la provincia de Valladolid y cuyo territorio engloba el tramo del río Duero comprendido entre las localidades de Tordesillas y Castronuño. En esta última localidad se encuentra, además, el embalse de San José. Las riberas de Castronuño constituyen un emblemático ecosistema palustre que destaca por su importancia para la nidificación y como zona de invernada de muchas y variadas aves acuáticas.

Un interesante bosque de ribera, formado principalmente por chopo negro, sauce, álamo blanco, fresno y majuelo, acompaña al río en su sinuoso discurrir por la llanura sedimentarla. Además de embellecer el paisaje, esta formación rupícola sirve de refugio y protección a una gran cantidad de aves, entre las que destacan las importantes colonias de garza real, martinete y garceta común.

En Castronuño también tienen sus refugios invernales una gran cantidad de ánades reales, patos cucharas, porrones comunes, porrones moñudos y cormoranes. Aguas arriba de Castronuño se localiza la interesante localidad de Tordesillas. Villa repleta de conventos, iglesias, palacios y hospitales, entre sus muros se firmaron un importante tratado por el que castellanos y portugueses se repartieron el dominio del mundo de finales del siglo XV.

Peñafiel y el arte del vino

La Plaza del Coso también está muy presente en el vídeo promocional de la Diputación. Declarada Bien de Interés Cultural en 1999, es un espacio público creado en la Edad Media para albergar festejos taurinos y continúa teniendo esa función en la actualidad.



El recinto está formado por 48 edificios de dos y tres plantas construidos en adobe, piedra y madera, unos materiales que componen un espacio rectangular con dos accesos, uno en el norte y otro en el oeste. En los edificios de la Plaza del Coso destaca la abundancia de balcones de madera muy decorados con motivos tales como hojas, flores o frutos. Dichos balcones se convierten durante la celebración de las Fiestas de Nuestra Señora y San Roque Cialis en palcos desde los que los propietarios del derecho de vistas pueden ver los festejos taurinos.

Peñafiel es una localidad de vino y de hecho dispone de un Museo para ensalzar todo su valor. Son muchos los turistas que acuden allí para disfrutar de todo su patrimonio con una copa de vino en la mano.