Este domingo saltaban las alarmas en el municipio vallisoletano de Torrelobatón. La Junta de Castilla y León alertaba de un brote de coronavirus con 12 contagiados y 70 aislados en estudio y ayer, lunes, el brote creció hasta los 35 positivos.
No le pillaba por sorpresa a la alcaldesa, Natividad Casares, quien el jueves ya había emitido un bando para avisar de "al menos" un positivo en el municipio. Desde ese momento, recomendó a los vecinos que se autoconfinaran y, aunque no fue una imposición, los torreños siguieron las indicaciones y permanecieron en sus casas, saliendo solo para lo estrictamente necesario. También desde el Ayuntamiento se recomendó a los dos bares que cerraran y así lo hicieron.
Torrelobatón ha demostrado así un ejercicio de responsabilidad individual y, únicamente el miedo al contagio en una población de riesgo, ha sido la mejor autoimposición para este pueblo, que casi duplica en verano su población de 400 habitantes.