El alcalde de Valladolid, el socialista Óscar Puente, ha reclamado "coherencia y un poquito de humildad" a las autoridades sanitarias "del país y de la comunidad autónoma" porque ha recordado que ya van siete meses de pandemia y las decisiones no han sido, a su juicio, las más acertadas.
"Hay que ser un poco humildes porque en general, todos, no hemos acertado gran cosa", ha apostillado el regidor vallisoletano después de comentar las declaraciones del vicepresidente de la Junta de Castilla y León, Francisco Igea, sobre la aplicación de nuevas medidas sanitarias en un tono crítico con el Gobierno cuando considera que "está como para sacar pecho".
El primer edil vallisoletano ha matizado que no quiere "regresar a épocas pretéritas" de cruces dialécticos con el vicepresidente regional, pero ha calificado sus palabras de "altisonantes y agresivas" en una jornada en la que, además, visita la sede de la Junta de Castilla y León el ministro socialista de Sanidad, Salvador Illa.
"RUMBO CLARO, CONSENSO Y DIÁLOGO"
"Somos una comunidad con un nivel de incidencia enorme, y entre todos deberíamos bajar el tono, ser un poco humildes porque en general, todos, no hemos acertado gran cosa", ha apostillado Puente, que ha recalcado que "si es necesario ir al estado de alarma y el toque de queda, que se vaya", pero considera que lo más importante es "tener claro el rumbo" y que haya consenso y diálogo.
El alcalde ha pedido, además, "coherencia y un poquito de humildad" a "quienes llevan las riendas de la política sanitaria en este país y en esta comunidad", ya que ha recordado que en el caso de Castilla y León ya se han aplicado varios confinamientos perimetrales de ciudades y municipios que, en su opinión, "no han funcionado".
"Ahora vamos al toque de queda y sin embargo oimos hablar a los responsables sanitarios de una manera muy categórica, en la medida en que se está viendo que se dan palos de ciego", ha apuntado.
En todo caso, Puente ha garantizado que "si hay que ir al toque de queda" en Valladolid se utilizarán "como hasta ahora" todos los medios para que se cumpla, ya que ha recordado que la Policía Municipal ha realizaro una labor "intensísima todo este tiempo" en el que Valladolid ha resistido las cifras de incidencia "como buenamente ha podido".
El alcalde, eso sí, ha considerado más "razonable" que el toque de queda por la noche se fije a las 22.00 horas, mejor que a las 21.00, pues además de que sería "dramático" para la hostelería, habría que tener en cuenta los trabajos por ejemplo de los centros comerciales, que cierran a las 22.00 horas.
Además, ha considerado que si el objetivo principal es evitar reuniones familiares y de amigos, no observa "gran diferencia" entre las 21.00 y las 22.00 horas, ya que en cualquiera de los cosas "el que sale por la noche de su casa a casa de un amigo, de su primo o a una fiesta de la facultad ya no puede volver a la suya casa y eso ya es un elemento disuasorio importante".
Por otro lado, ha reconocido que es consciente de que en Valladolid la situación de la pandemia ha empeorado en los últimos días y que entiende que "hay que tomar medidas adicionales".
También ha recordado que ha hablado con la consejera de Sanidad, Verónica Casado, en las últimas semanas y que le garantizó que si había alguna situación "novedosa" para el municipio de Valladolid sería "el primero" en enterarse. Además, aunque ha señalado que "siempre" ha sido él quien ha llamado por teléfono, la responsable de Sanidad le ha "atendido perfectamente en todo momento".