Uno de cada cinco locales de las principales calles comerciales de Valladolid se encuentra vacío a causa de la crisis sanitaria, la consolidación de las compras online, la constante salida de población del centro de la ciudad al alfoz y las “nuevas dificultades de movilidad” para facilitar el acceso casco histórico. Así lo determina un estudio de la Agrupación Vallisoletana de Comercio (Avadeco), que señala que la tasa de establecimientos vacíos alcanza el 20 por ciento en el casco histórico, una cifra que no se alcanzó ni en los momentos más duros de la última crisis económica, hace unos doce años, cuando era del nueve por ciento. En 2019, por ejemplo, fue del 12 por ciento.
Las tiendas apenas ocupan ya la mitad de los locales en las principales calles comerciales de Valladolid, frente al 64 por ciento que representaban hace solo un año.
La patronal del comercio asegura, con estas cifras, que el sector “vive la peor crisis de la historia reciente de la ciudad”. El análisis de los datos de locales vacíos pone de manifiesto que en el último año el número de locales comerciales sin actividad ha crecido un 67 por ciento.
Las cifras varían en función de las calles del centro. En este sentido, se observan ejemplos como los de las calles Santa María (37 por ciento de locales vacíos), López Gómez (36), Duque de la Victoria y Panaderos (29 por ciento).
“La situación actual es peor que la última crisis económica de 2008. Los datos son reveladores y mucho nos tememos que todavía queda por delante un periodo muy duro. Ahora algunos negocios están aguantando para tratar de salvar con la campaña de navidad y las rebajas, pero en febrero, si no se articulan medidas, esto puede ser aún más duro”, reconoció el presidente de Avadeco, Alejandro García Pellitero.
Junto al cierre de negocios, el análisis de la evolución de los datos de locales vacíos también pone de relieve la pérdida de intensidad comercial en el casco histórico de Valladolid, pues el comercio ocupa el 52 por ciento de los locales existentes, frente al 64 por ciento que representaba hace solo un año, una cifra en torno a la que se había mantenido estable en la última década. Los comercios que cierran ya no vuelven a abrir, en su lugar abre otro tipo de negocios como hostelería o centros de belleza y fitness.
Entre las calles que más han acusado la pérdida de peso del comercio como actividad principal destacan la calle Panaderos, donde las tiendas ocupaban el 78 por ciento de los locales en 2009 y en 2020, apenas un 39, la mitad; Héroes de Alcántara (del 88 al 44 por ciento), Montero Calvo (del 75 al 43 por ciento), Santa María (del 75 al 43 por ciento), María de Molina (del 65 al 33 por ciento); o Doctrinos (del 75 al 43 por ciento).
El trabajo de campo se ha realizado durante los meses de septiembre, octubre y noviembre de 2020, en plena pandemia de coronavirus tras un periodo de estado de alarma de más de dos meses que supuso el cierre de toda actividad considerada no esencial (desde el 13 de marzo hasta el 25 de mayo), tras el cual se inició un proceso de desescalada hasta recuperar lo que se denominó como ‘nueva normalidad’.
Como resultado de las tendencias que se evidencian, Avadeco pidió la implementación de políticas “más eficaces” de desarrollo comercial del centro urbano, que “involucre al colectivo y otros agentes locales del mundo de la hostelería, ocio y actividades culturales, además del propio Ayuntamiento; gestionando de forma unitaria y planificada el espacio comercial afectado”. “Hace necesario dedicar presupuestos suficientes que permitan abordar políticas contundentes para reconvertir la situación. Todo ello obligará a repensar y generar estrategias de dinamización urbana que den nuevos contenidos y preserven los centros históricos de nuestras ciudades”, aconsejó.