Dos centros deportivos de Valladolid transmitieron hoy su “tristeza, pena, inquietud e incertidumbre” por el cierre decretado por la Junta para evitar la propagación del COVID-19. Una cadena humana simbólica, cubierta de luz gracias a las linternas de los teléfonos móviles y acompañada de música, rodeó el CDO Covaresa en una concentración breve y silenciosa que mantuvo las medidas de seguridad. En esta acción también participaron trabajadores y usuarios del CDO Almendrera de Arroyo de la Encomienda.

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El director del CDO Covaresa, Francisco de la Fuente, incidió en declaraciones a Ical en que el deporte “no es el problema, sino que es parte importante de la solución”, tal y como han trasladado los propios sanitarios.

La hilera de luz cubrió el perímetro de la instalación, en una movilización silenciosa, sin consignas de protesta, y únicamente acompañados por música. De la Fuente señaló que con esta concentración el sector “muestra el estado de ánimo y situación”, tocando incluso el lado “más emotivo”. “No se trata de demostrar cabreo ni indignación, porque lo primero es la salud, pero no por cerrarnos a nosotros esto va a mejorar. No somos los culpables. Todos los estudios de médicos e inmunólogos recomiendan hacer deporte, sobre todo después de haber pasado el COVID-19”, sostuvo.

También admitió que el sector está en “manos de decisiones difíciles de tomar”, por lo que instó a la Junta a consensuarlas, a conocer las instalaciones. “No tiene sentido que una persona pueda venir al gimnasio en autobús y no pueda entrar. No es coherente. Nos han dado libertad en Navidades y se ha mangado. Pero no somos los culpables, ni los centros comerciales ni la hostelería”, defendió.

De hecho, argumentó que desde el 11 de diciembre que estos centros pudieron reabrir de nuevo, si fueran foco de contagios, “se tendría que haber visto esa incidencia antes de acabar el año”. “Y los días 30 y 31 de diciembre nadie preveía esto. No somos un foco de contagio y se nos está poniendo en la diana. Habrá que aguantarse, pero al menos que nos escuchen”, concluyó de la Fuente, quien apostilló que con estas medidas “ponen en riesgo un centenar de familias” en el CDO.