La presidenta de la Comunidad de Madrid, la ‘popular’ Isabel Díaz Ayuso, rechazó hoy frontalmente la “politización” que a su juicio ha sufrido el Día Internacional de la Mujer, que se celebra el próximo lunes, 8 de marzo, así como a las “cuotas” que suponen una “suerte de ventaja” para las mujeres o que tengan “más presunción de veracidad” que los hombres a la hora de trasladar su testimonio.
Díaz Ayuso participó este jueves en la mesa redonda ‘Mujer y logros sociales’, organizada por la Facultad de Ciencias Económicas y Empresariales de la Universidad de Valladolid (Uva). La presidenta, que intervino durante un receso del pleno de la Asamblea de Madrid, lamentó que el 8M ya no sea un día para celebrar “todo lo bueno” que se ha conseguido frente a unas desigualdades que a su juicio en origen sí existían, así como en otras sociedades del mundo, donde a su juicio “queda mucho por hacer”.
En ese sentido, Isabel Díaz Ayuso, con raíces en la provincia abulense, rechazó que en el 8 de marzo haya “solo una visión” que en su opinión se ha impuesto a las demás. A su juicio, el “feminismo auténtico” es el que se basa en la igualdad entre hombres y mujeres ante la ley o en relación a las oportunidades, pero señaló que en este asunto el debate se ha “degenerado” y “politizado”.
Al respecto, la presidenta madrileña censuró el discurso que busca imponer a unas mujeres sobre otras, colectivizarlas y presentarlas como el “sexo débil”, que “necesita de la aprobación y estudio” de otros para encontrar las soluciones a sus problemas. Es algo, dijo, “retrógrado”, por lo que insistió en que “no hay dos personas igual” y en que “no es mejor un sexo u otro”.
De esta forma, Díaz Ayuso se manifestó en contra de la “cuota por la cuota” y defendió que los mejores lleguen a los puestos más importantes. Como ejemplo, la presidenta indicó que si existen equipos con más mujeres que hombres “a quienes quitamos”. No obstante, reconoció la necesidad de derribar ciertos “muros” para que nadie se quede atrás y expresó su administración por personas que son referentes como la científica ya fallecida Margarita Salas.
Al respecto, la presidenta madrileña destacó a aquellas mujeres que con su ejemplo han abierto las puertas de su ámbito a otras muchas o que han servido de inspiración. Sin embargo, rechazó la “superioridad política” de quienes exhiben unas pancartas frente a otros y del enfrentamiento “burdo” entre hombres y mujeres. Esto, indicó, es un debate “estéril” que no conduce “a nada” y que hace a las mujeres “un flaco favor” al victimizarlas o facilitarles el acceso a un puesto por una cuota.
No obstante reconoció que existen todavía “reductos” de desigualdad y situó la brecha entre hombres y mujeres entre aquellos que tienen responsabilidades familiares, “que no cargas”, y los que no las tienen, así como la digital o la que sufre la mujer rural, con discapacidad y las que se dan en la “trata”, la prostitución o la ablación.
Por tanto, la presidenta de la Comunidad de Madrid insistió en que España ha conformado una sociedad con una igualdad “bastante real” y acceso “parecido” a todos los órdenes de la vida, debido a los “pasos de gigante” que en su opinión se han dado gracias a hombres y mujeres “maravillosos”.
Por último, apostó por un 8 de marzo como un día de “júbilo” y celebración de los avances conseguidos y como muestra de ello destacó los premios que se entregarán la próxima semana a periodistas, empresarias o religiosas que han destacado en su ámbito.